miércoles, 30 de abril de 2008

El Holocausto a través del humor

Mañana es el aniversario del levantamiento del Ghetto de Varsovia según el calendario hebreo y en Israel se conmemora el Día del Holocausto, día en que se rinde homenaje a la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, en su industrial intento por exterminar a los judíos, al que denominaron "La solución final".

Tema grave, en principio no da para reírse. Yo no me cuento entre los que condenan cualquier chiste de humor negro sobre el tema como una imperdonable falta de respeto a las víctimas. Pero sí me parece que aunque sea un día al año es bueno parar y reflexionar, vale la pena tomarse el tema en serio. Tomárselo en serio no significa anular el humor, el humor bien entendido es cosa seria. Una muestra de ello es la película de Roberto Benigni, La Vida es Bella (1997). El film cuenta la historia de un padre judío que hace todo lo posible para que su hijo no se dé cuenta de la situación que está viviendo en la Italia de la Segunda Guerra, mediante la imaginación y el humor. Las cosas se complican cuando padre e hijo son enviados a un campo de concentración, pero el padre no se resigna y hace todo lo posible por ahorrarle el sufrimiento a su hijo.

La película ganó muchos galardones incluyendo los Óscar a la mejor película extranjera y al mejor actor. También causó una gran controversia por la forma en que trata el tema del holocausto. Los detractores afirmaban que muestra los horrores del Holocausto como si hubiesen sido una cosa liviana, incurre en varios imprecisiones en cuanto a la descripción de los hechos históricos (los campos de concentración no estaban ubicados con vista a tan hermosas y pastoriles montañas, por ejemplo), y toma el tema demasiado a la ligera. En cuanto a los errores históricos estoy de acuerdo. El cineasta tiene licencia artística, crea una obra de ficción que no tiene obligación de apegar a la verdad histórica, pero por otro lado, sus películas contribuyen más que cualquier libro de historia a formar la imagen sobre el tema que queda grabada en el subconsciente popular, lo que conlleva una responsabilidad que no debería ser ignorada.

Lo que no comparto es la condena al uso del humor. Hay muchos métodos para tratar el tema, no todos tienen por qué acabar en lágrimas (La Vida es Bella te puede hacer derramar unas cuantas, pero ése no es el punto), el humor se puede aprovechar y no hay motivo para descartarlo. Benigni no se toma el Holocausto a la ligera, todo lo contrario, nos ofrece una película muy conmovedora sobre la posibilidad de amar y mantener la esperanza aún en las situaciones más crueles. Es cierto que el Holocausto sirve de trasfondo a la historia romántica y a la de amor filial, es decir, que es el trasfondo y no lo central. Pero el hecho que tome al Holocausto como ejemplo de la peor situación posible, demuestra que no le resta importancia. Uno podrá compartir o no la visión optimista del cómico italiano, pero su planteo es totalmente legítimo.

Aquí les dejo el trailer de la película:

jueves, 24 de abril de 2008

Pensando Pensando-Israel

Pensando Israel surge a partir de un blog anterior, entonces llamado Asteroide B612. En el otro blog escribía sobre temas muy dispares, uno de los cuales solía ser Israel: la experiencia de vivir en una zona de conflicto. Los artículos sobre Israel y Medio Oriente resultaron ser los que más interés despertaron en los lectores habituales y quienes llegaban por medio de los buscadores. Así que me decidí a empezar un nuevo blog dedicado exclusivamente al tema.

Hasta ahora escribí sobre el conflicto partiendo del supuesto que el lector sabe poco o nada acerca del mismo, explicando todo en los términos más sencillos posibles, para que pueda acercarse a este asunto tan complejo y embrollado del que tanto se habla y tan poco se explica. Puse especial hincapié en aquellos puntos que suelen perderse en el filtro de las grandes agencias de noticias. Otro aspecto al que vengo prestando especial atención, es el uso de las nuevas tecnologías no sólo como medios para transmitir información, sino como nuevas arenas donde se continúan los enfrentamientos o se intentan alternativas de cooperación. Pienso seguir principalmente con la misma línea, pero tengo intenciones de publicar también algunos artículos pensados para lectores que conozcan Israel más de cerca.

No voy a presumir de ser objetivo. Soy israelí, me identifico con la llamada izquierda sionista y seguramente esto se vea reflejado en los artículos. Soy de los que creen que la responsabilidad por los desastres cometidos entre palestinos e israelíes es compartida, que es necesario llegar a un compromiso que incluya concesiones territoriales por parte de Israel y el reconocimiento al derecho a la existencia de Israel por parte del mundo árabe. Creo que el día en que se llegue a eso está muy lejos, por muchos motivos. De todos modos me esforzaré por ser relativamente balanceado y dar cabida a otras voces que no piensan como yo.


Aclaración: Las opiniones expresadas en artículos publicados por otros autores que se unan al blog son responsabilidad exclusiva de los mismos. Las opiniones expresadas en los comentarios son responsabilidad exclusiva de quienes los emiten.

Nota: Los artículos cuya fecha de publicación precede a la de este post (24.04.08) son los que fueron publicados originalmente en Asteroide B612.

martes, 8 de abril de 2008

El Muck

Es sorprendente los efectos que puede tener el alcohol sobre los secretos. Unos tragos y uno ya es capaz de sacar a luz sus más recónditas aventuras. En el caso de mi amiga (a quien apodaremos Frida para salvaguardar su buen nombre), tomó unos tres litros de cerveza antes de que me confiara su traumático encuentro con el misterioso y temible Muck.

Frida, llegada desde un país de Europa de cuyo nombre no me quiero acordar, llevaba varios meses en Israel trabajando de voluntaria en un kibutz. En ese tiempo se había hecho muy amiga de los obreros tailandeses empleados en el kibutz para tareas agrícolas. Con el velo de la barrera lingüística, la amistad se había estrechado a tal punto que con varios de ellos compartía el cuerpo y el hachís.

Un buen día Frida decidió que ya era hora de dejar ambos vicios. Los obreros, sumamente decepcionados, hicieron todo lo posible por disuadirla. Un obrero recién llegado con quien Frida aún no había compartido el lecho insistió: "¡Muck! ¡Muck!". Frida le preguntó a Bhumibol, uno de los únicos que sabía algo de inglés que significaba aquello de "muck". Bhumibol le respondió que era muy difícil de explicar en otro idioma, pero que él también tenía uno y si ella quería él se lo enseñaría gustoso. Frida, que ya se iba haciendo la idea de que podía significar aquel dichoso muck, declinó la oferta. Bhumibol no se dio por vencido y prosiguió con sus esfuerzos didácticos: "si no quieres ver el mío, quizás prefieras ver los de Samak" y señalando a la entrepierna del recién llegado añadió: "él tiene dos".

Años más tarde Frida me confesaba que no pudo con su curiosidad, al fin de cuentas, un mismo hombre con dos mucks no es algo con lo que se pueda experimentar todos los días. Resultó ser una gran decepción, al parecer el muck extra, a pesar de su aspecto prometedor, no aportaba demasiado. Supongo que la cuestión no es cuántos mucks tengas si no cuán diestramente sepas maniobrarlos. De todos modos, si estás buscando impresionar a las damas con un nuevo y reluciente muck, puedes encontrar toda la información necesaria haciendo click aquí.