sábado, 14 de enero de 2012

Pacismo Ficción 2


Discurso de Netanyahu en el parlamento palestino:

"Reconocemos al Estado de Palestina como el Estado del Pueblo Palestino en las fronteras que acordamos negociando con sus líderes en base a la línea verde, con Jerusalén Este como capital. Queda cancelada a perpetuidad toda construcción israelí por fuera de las fronteras acordadas. Quien desee construir su casa en Hebrón o Jericó tendrá que hacerlo pidiendo los permisos correspondientes a las autoridades civiles palestinas. A partir de hoy nunca más volverá a poner pie fuera de nuestras fronteras ni un solo soldado israelí en servicio. Ya no volveremos a corromper a nuestros jóvenes con la atroz tarea de ocupar y someter a otro pueblo.

Reconocemos el sufrimiento que hemos causado a nuestros hermanos palestinos. Saldaremos la deuda que hemos contraido con ellos, asistiéndolos en todo lo que sea necesario para construir su país según la visión expresada por mi estimado colega Abu Mazen en su discurso. Reiteramos nuestro compromiso expresado por David Ben Gurión en la Declaración de independencia de Israel, tendemos nuestra mano en señal de paz a todos nuestros vecinos en el Medio Oriente. Del mismo modo, repetimos nuestra obligación moral hacia la minoría árabe que queda dentro de nuestras nuevas fronteras tras el intercambio de territirios. Redoblaremos y triplicaremos nuestros esfuerzos hasta asegurar una total y completa igualdad de derechos no sólo en la teoría, sino también en la práctica, igualdad en todos los aspectos, incluyendo el acceso a la mejor educación, los empleos públicos, la propiedad de la tierra.

Aprovecho la ocasión para dar por cancelado el servicio militar obligatorio, una vez alcanzada la paz ya no es necesario. Será sustituido en su totalidad por el servicio civil para todo ciudadano israelí que cumpla los 18 años, tanto judío como árabe, asegurando así no sólo la igualdad de derechos sino también la igualdad de obligaciones. En lugar de empuñar las armas los jóvenes aportaran a su país desde escuelas, hospitales y centros comunitarios."

miércoles, 4 de enero de 2012

La calma y la paz

Admiro profundamente a Shimon Peres, pero a veces se pasa de soñador y peca de ingenuo. Hace unos días, por ejemplo, sostuvo que Abu Mazen busca verdaderamente la paz.

La derecha israelí suele criticar a la izquierda, alegando que ésta atribuye a los palestinos mejores intenciones que las que se desprenden de sus dichos y hechos. En lugar de escuchar lo que dicen (Abu Mazen glorificando a terroristas) o hacen (Abu Mazen nombrando terroristas como miembros de su gabinete), les atribuimos lo que nos gustaría a nosotros que ellos pensaran e hicieran (buscar la paz). Lamentablemente, no me ha quedado otra que reconocer lo acertado de dicha crítica. La derecha se equivoca al sospechar lo peor cada vez que un árabe estornuda, pero también la izquierda se equivoca al inventarse manos tendidas hacia la paz donde no las hay.

Creo que el Fatah de Abu Mazen se parece mucho al Likud de Netanyahu. Abu y Bibi son tal para cual: ninguno de los dos quiere que se renueve el fuego, a los dos les interesa mantener la actual calma, pero ninguno de los dos está dispuesto a hacer las concesiones necesarias para un acuerdo de paz definitivo. Por eso los respectivos gobiernos no pueden sentarse a negociar, pero sí colaboran mejor que nunca en el plano de seguridad. El Likud no va a conceder a los palestinos un territorio equivalente al 100% de Cisjordania, con Jerusalén Este incluida, desmantelando buena parte de los asentamientos. Fatah no va a aceptar un cambio significativo a las líneas del 67 ni va a renunciar al retorno de los refugiados a territorio israelí (por más que el Guardian de Londres afirme falsamente lo contrario).

Lamentablemente no hay ningún grupo entre los palestinos equivalente a la izquierda israelí. Ni siquiera esos que llamamos “moderados” como Abu Mazen, están dispuestos a los compromisos profundos y dolorosos necesarios para alcanzar la paz. Procuran la calma, no la paz, es un error gravísimo pasar por alto la diferencia. Ya sabemos que en esta zona la calma siempre es una opción pasajera.


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