jueves, 25 de marzo de 2010

El sub-ministro insalubre

Iahadut HaTorá es un partido político ultra-ortodoxo ashkenazí no sionista. Se oponen a un Estado Judío que no se rige rigurosamente según la halajá (ley religiosa judía). Se diferencian de otros sectores de la ultra-ortodoxia a quienes esa misma oposición los lleva a evitar toda participación política en ese estado que consideran ilegítimo, sectores abiertamente anti-sionistas que no votan ni postulan candidatos a la Knesset. Los miembros de Iahadut HaTorá son quizás muy rigurosos, pero no son tontos, aprovechan su participación en la Knesset y el gabinete para defender sus intereses: obtener presupuestos multi-millonarios para sus casas de estudio (yeshivot) e imponer leyes religiosas al resto de la población. Son un partido pequeño (cinco escaños), pero el sistema parlamentario israelí los favorece, para obtener la mayoría parlamentaria y formar coalición de gobierno, el partido que gana las elecciones debe recurrir a otros partidos más pequeños, es muy difícil formar gobierno y mantenerse en él sin el apoyo de esos "partidos visagra". Así es que los ultra-ortodoxos muchas veces se salen con la suya, incluso con demandas de lo más inverosímiles como la que trato a continuación.

La actitud dual de Iahadut Hatorá hacia el Estado de Israel genera un fenómeno que visto desde afuera resulta absurdo y ridículo. Para no ser partícipes del gobierno laico no aceptan cargos de ministro, pero sí aceptan cargos de sub-ministro (סגן שר) con todas las mismas funciones y potestades que las de un ministro. Cuando se lo proponen, son muy creativos inventando subterfugios que les permiten saltearse las limitaciones que se han impuesto a sí mismos, así pueden ser miembros del gobierno en la práctica sin se serlo en la teoría. Tal es el caso de Yaakov Litzman, sub-Ministro de Salud. Poco importa que se haga llamar Ministro, sub-Ministro, Reina de Inglaterra o Asistente de Lavaplatos Suplente, mientras que haga su trabajo y se dedique a mejorar el sistema de salud pública israelí. Pero no lo hace, a este señor más que la salud de los israelíes que vivimos hoy en día, le preocupa el respeto a unas tumbas centenarias. Llegados al asunto de las tumbas, la creatividad y el pragmatismo fallecen, para proteger tumbas vale desviar carreteras y mover hospitales.

Ya en el 2007 el gobierno de Ehud Ólmert había aprobado el plan para la construcción de salas de emergencias a prueba de cohetes en el sur, pero las obras en Ashkelón no comenzaron debido que en el terreno destinado para dicho fin se encontraron tumbas antiguas, probablemente tumbas paganas del período bizantino. Durante la Operación Plomo Fundido la necesidad de dicha sala se hizo más patente, cuando los cohetes alcanzaron el perímetro del hospital (recuerdo uno que impactó en el estacionamiento, no hubo heridos). Si existiera la seguridad de que no eran tumbas de judíos, se acababa el problema, movían los huesos a otra parte donde no molestaran a los vivos y asunto arreglado, pero ante la duda algunos rabinos importantes insistieron en que las tumbas no se tocan, son los pacientes vivos quienes deben moverse a donde no molesten a los huesos. Otros, como El Gran Rabino de Israel Iona Metzguer, son de la opinión que para salvar vidas se justifica mover las tumbas, argumento que no convence al señor sub-Ministro.

Esta semana, con el apoyo de Netanyahu, el sub-Ministro necrófilo consiguió que el gobierno aprobara mudar la sala a otra localización más lejos del hospital, con el costo adicional de 90 millones de shekels (como si al Ministerio de Salud le sobraran, como si no hubieran israelíes que no pueden costearse sus medicinas) y una demora adicional de meses o años en la construcción. El Director Genereal del ministerio renunció a modo de queja, el gremio de médicos se prepara para protestar. Mientras tanto, desde Gaza retoman el lanzamiento de kassams (un muerto la semana pasada) y los habitantes de Ashkelón siguen siendo escudos humanos para la defensa de las tumbas.


P.D: El lunes que viene empieza la pésaj (pascua judía). Jag sameaj, feliz fiesta.
Véase también: Propuestas para nuevos ministerios.

viernes, 19 de marzo de 2010

Los medios y los derechos humanos

Hace un par de semanas asistí a un panel sobre el tema de los medios masivos de comunicación y los derechos humanos, evento organizado por el gremio de estudiantes de la Universidad Hebrea en el marco de la Semana de los Derechos Humanos. Los tres panelistas dijeron cosas muy interesantes:

Primero habló Nitzan Horowitz, Miembro de la Knesset por el partido Meretz, ex-periodista que estuvo a cargo de la sección de asuntos exteriores en el Canal 10. Habló de la importancia de la libertad de prensa para evitar la violación de derechos humanos. Señaló una relación directa entre el grado de atención de la prensa internacional a las zonas de conflicto y la protección de los derechos humanos en dichas zonas. Puso como ejemplo a Rwanda, cuando la prensa dejó de interesarse por lo ocurrido allí se reanudaron las masacres. Reconoció que hay una mayor atención de la prensa internacional a Israel que a otras zonas de conflicto, lo cual para él no debería ser motivo de queja. Según él las autoridades israelíes ponen trabas al trabajo de los periodistas, sobre todo a los extranjeros pero también a los locales, una peligrosa tendencia que va en aumento. Dijo que la libertad de expresión está bajo constante amenaza, aunque dio como único ejemplo un proyecto de ley que no salió, proyecto que pretendía reducir de cincuenta a cero la cantidad máxima de manifestantes que pueden salir con pancartas en espacios públicos sin tener que coordinar antes con la policía. Le pregunté si ni siquiera casos como el periodista que publicó en Suecia el libelo sobre el robo de órganos de palestinos a manos de soldados israelíes, ameritan algún tipo de restricción. Su respuesta fue que no, contra las calumnias no se puede hacer nada más que demandas a posteriori. Añadió que no es cierto que la prensa internacional tenga una tendencia anti-israelí, muestra la realidad "tal cuál es". Con eso último me decepcionó, me quedé con las ganas de contestarle que en la primera clase de "Comunicación y Periodismo" enseñan que es imposible "mostrar la realidad tal cual es", toda noticia es necesariamente editada, enmarcada, etc.

Luego habló Gadi Wolsfeld, profesor de los departamentos de "Comunicación y Periodismo" y "Ciencias Políticas". Expresó una visión muy pesimista sobre la capacidad de los medios masivos de influir en favor de los derechos humanos en las democracias occidentales. Explicó que los medios se dedican a cubrir "acontecimientos" más que "procesos". Asuntos como los derechos humanos o la pobreza son procesos y por lo tanto quedan por fuera del espectro, salvo cuando se produce algún acontecimiento de valor sensacionalista. Aún en los pocos casos que una organización de derechos humanos logra captar la atención de la prensa, para a través de ella influir sobre los políticos y su toma de decisiones (ej: cancelar la deportación de niños hijos de inmigrantes ilegales), esa atención dura un tiempo muy limitado. Los periódicos más serios que no mezclan información y entretenimiento, que se dedican a esos procesos en profundidad y no sólo como sensacionalismo, pierden lectores y se les hace difícil (cuando no imposible) subsistir económicamente. Tampoco las nuevas tecnologías son de gran ayuda, la televisión y la prensa impresa siguen siendo los medios masivos que influyen sobre los políticos, los miembros de la Knesset no se dedican a leer la blogosfera. Horowitz acotó que si bien es cierto que él no suele leer blogs, la internet facilita el activismo político, utiliza Facebook, Twitter y demás para convocar a sus seguidores a actos y manifestaciones en forma rápida y efectiva, cosa que en otra época no era posible sin emplear en ello importantes recursos económicos.

Por último habló Elisheva Milikovsky, asistente social y activista por los derechos de los refugiados en Israel del genocidio en Sudán. Contó como la amplia cobertura mediática que recibieron sus actividades, despertó la simpatía de la opinión pública y ayudó a conseguir mejoras en las condiciones de los refugiados y el trato que reciben de las autoridades. Al mismo tiempo, acusó a los medios de propagar prejuicios y calumnias contra los refugiados, reproduciendo en forma poco profesional informes falsos sobre los porcentajes de portadores de enfermedades venéreas y la cantidad de refugiados esperando a entrar desde Egipto.

lunes, 15 de marzo de 2010

Crash, versión Israel

Por tercer año consecutivo una película israelí es nominada al Oscar como mejor película en lengua extranjera pero se queda sin la anhelada estatuilla. Esta vez le toco el turno a Ajami, escrita y dirigida en equipo por un árabe y un judío, Scandar Copti y Yaron Shani respectivamente.



La mayor parte de la película transcurre en el barrio Ajami de la ciudad de Jaffa o Yafo (Municipalidad Tel Aviv-Yafo), donde conviven musulmanes, cristianos y judíos. La película comienza por el asesinato de un niño en el medio de la calle y a plena luz del día. Un asesinato que resulta ser otra catástrofe en una cadena que ya viene de lejos y promete seguir arrastrándose indefinidamente. Las balas en realidad iban dirigidas a Omar, un joven de 19 años cuyo tío mató a un mafioso en otra ciudad, sin saber que se trataba de un miembro de una poderosa familia de la mafia beduina. A partir de allí seguirán las rencillas, robos, tráfico de drogas y asesinatos, en las que se ven implicados otros personajes arrastrados por sus desgracias familiares, incluyendo a un trabajador ilegal de cisjordania y un policía israelí.

Según wikipedia, la película ha sido comparada con las obras tempranas de Pier Paolo Pasolini por su estilo naturalista y el uso de actores no profesionales, y con otras películas más recientes que tratan el tema del crimen y el tráfico de drogas en zonas marginales como Ciudad de Dios (Brasil) y Gomorra (Italia). A mí personalmente me recordó a Crash (ganadora del Oscar a la mejor película en el 2006): en una ciudad azotada por el racismo y la delincuencia, las vidas de varios personajes se van entrecruzando hasta derivar en la tragedia, un mismo "choque" es narrrado desde varios puntos de vista que sorprenden y arrojan luz sobre la profundidad de dicha tragedia.

Si bien la película fue aclamada por los críticos de cine de Israel, superando incluso a Lebanon (película israelí ganadora del Festival de Venecia en el 2009), la reacción del público en general no fue tan unánime. Como siempre, el programa satírico de la televisión israelí Eretz Neederet lo expresó mejor que nadie. En uno de sus sketchs se juntan Ahmedinejad, Assad, Nasrallah y Darth Vader (el "eje del mal") a proponer ideas de como joder a los israelíes, uno de ellos propone nominar al Oscar una película israelí que nos deje mal parados, para que no podamos decidirnos si alegrarnos por la nominación o molestarnos por como nos representa. Aunque sea consuelo de tontos, diré que nadie sale allí bien parado, ni judíos ni árabes, hace un buen trabajo mostrando una situación compleja, se acerca mucho más a la realidad que esa película de indios y vaqueros que muchos parecen tener en la cabeza cuando hablan del conflicto entre árabes y judíos.

Ajami fue subvencionada por un fondo estatal dedicado a apoyar la industria cinematográfica local, y fue seleccionada oficialmente para representar a Israel ante la Academia. Un día antes de la ceremonia, Scandar Copti declaró a la prensa que él no representa a Israel y el hecho de que la película participe por Israel es un mero "detalle técnico". Lástima, con muy pocas palabras embarró lo que era una buena colaboración entre árabes y judíos. Éste es otro ejemplo de lo que comentaba en el post Los calzoncillos de Yamil. Cuando pudo Copti aprovechó las oportunidades y los recursos que le brindó el Estado de Israel, incluyendo la libertad de utilizar esos recursos para criticarlo duramente, lo cual está muy bien. Pero luego, cuando llega la hora de cosechar los frutos en el exterior, de pornto reniega de quien le brindó la ayuda material que antes aceptó gustoso, de quien le brindó esa oportunidad y le garantizó esa libertad tan fuera de lo común para la región. Nadie le pedía que vaya envuelto en una bandera de Israel y suba al estrado a recibir el Oscar cantando el Hatikva, ¿qué necesidad tenía de marcar más distancia, de ensanchar la brecha, por qué marginarse a sí mismo?

Dejando de lado el aspecto político (hasta donde es posible con una obra como ésta), es una muy buena película y vale la pena verla.

lunes, 8 de marzo de 2010

Una nueva izquierda sionista

En este blog no suelo reproducir artículos escritos por otras personas, si no tengo algo original de mi parte que añadir no tiene caso repetir aquí lo que ya aparece en otros medios de mayor tiraje. Otros blogs y páginas en español ya hacen un buen trabajo recopilando recortes interesantes de la prensa israelí. Voy a hacer una excepción con este artículo del columnista Ari Shavit publicado hace una semana en Haaretz, que comparto casi en un 100% y explica en forma mucho más clara y concisa que yo, la misma idea que intenté expresar en otras ocaciones. Ari Shavit analiza la caída de la izquierda israelí y la derrota electoral de Meretz, haciendo un recuento desde el fin de la Guerra de los Seís días en adelante:

Was there ever a left wing in Israel? Yes, between 1967 and 2000 there was a dovish and courageous Zionist left. It took shape on the seventh day of the Six-Day War, when a small but farsighted group quickly grasped the moral significance of what had been conquered. At a time when the public was swept away by triumphal euphoria, that small avant-garde saw clearly that there was calamity bound up with the victory.

Although it was castigated, the Zionist left was not deterred. It foresaw the Yom Kippur War, warned against the repercussions of the settlements and tried to block the center-right's march of folly. Gradually, reality proved that it was right, and the narrow circle expanded. In 1992 the party of the Zionist left, Meretz, won 12 seats and in 1993, prime minister Yitzhak Rabin adopted its stance in Oslo. From an inspiring but inconsequential group of bohemians, the Zionist left fostered a mainstream movement that shaped the national agenda.

In the 1990s, problems arose. Just when the left's program was broadly accepted it turned out there was a wide gap between its beliefs and reality. Against expectations, Yasser Arafat wasn't Nelson Mandela. Against hopes, the Palestinian national movement's conduct was not patterned on the deeds of Mahatma Gandhi. However, the Zionist left stood firm and did not allow the facts to get in its way. With admirable resolve, it refused to distinguish between its justified view of the occupation and its mistaken view of the prospects for peace. It continued to presume - and to promise - that because occupation was doomed, peace was inevitable.

The truth struck home in the summer of 2000. Ehud Barak proposed the establishment of a Palestinian state and the partition of Jerusalem, but the Palestinians rejected the offer out of hand. [...]


Shavit continúa enumerando otras tres ocaciones en las que los palestinos rechazaron las ofertas de un estado palestino entre el 2000 y el 2008. Luego ridiculiza las diferentes explicaciones del comite de investigación interno de Meretz para justificar la derrota electoral y propone su propia explicación:

The left has not done any soul-searching, has not confessed its historical errors, has not drawn bold conclusions. In contrast to its courage in the 1970s, it has been faint-hearted in the 2000s. Its inability to acknowledge that it led Israel into a dead end has caused it to end up in a dead end itself. [...]

Y concluye apuntando a lo que, en mi opinión, deberían ser las bases para un nuevo programa:

It is the left that must lead the way to the end of the occupation while ensuring Israel's existence as a Jewish, democratic and enlightened state. To do so, the left must go back to being Zionist and realistic. It has to suggest a practical way of getting out of the territories without endangering our national existence.

It has to represent the essence of Israel and not condemn it. It has to come up with a positive, constructive ethos and not a negative, hate-ridden one. If it dares to do this, it will be possible to say that not only was there a left in the past, but there will also be a left in the future. With or without Meretz, the Israeli left has to create itself anew.

Nota: Sólo dos pequeñas discrepancias. 1. Shavit subestima el peso de los otros factores que también contribuyeron a la derrota electoral de Meretz, como la falta de carisma del líder Jaim Oron, y a la influencia de la operación Plomo Fundido ni se refiere. 2. Cambiaría la palabra "enlighted" por la palabra libre. En Israel la izquierda suele usar el término para resaltar los valores laicos, liberales y humanistas del iluminismo, en contraste con los valores religiosos, conservadores y teocéntricos. Pero las cosas son más complicadas, no se puede dividir al mundo en dos polos opuestos de luz-oscuridad, buenos-malos. No hay que olvidarse que la "iluminación" europea también sirvió como apología para los crimenes colonialistas.

Relacionado:
* Decidiendo a quién votar

sábado, 6 de marzo de 2010

Reconocer el Genocidio Armenio

Durante la Primera Guerra Mundial, de 1915 a 1917, los turcos asesinaron a un millón y medio de armenios. Aunque existen varias diferencias, por las dimensiones de la matanza y su sistematización, el Genocidio Armenio es el evento histórico más parecido a la Shoá, por lo que también es conocido como el Holocausto Armenio. Existe un amplio consenso entre los historiadores de que las matanzas no fueron solamente el resultado de luchas étnicas por motivos territoriales, sino que el Imperio Turco Otomano llevó a cabo una deliberada política de exterminio. La actual República de Turquía niega que se haya tratado de un genocidio y amenaza con romper relaciones con cualquier país que reconozca oficialmente el Genocidio Armenio.

El jueves un comité del Congreso de los Estados Unidos aprobó una moción para reconocer el Genocidio Armenio. La moción aún no tiene validez hasta que sea aprobada por el Congreso en su conjunto. Hillary Clinton ha anunciado que la administración Obama hará todo lo que esté a su alcance para que no sea aprobada. Claro, otra actitud digna de un Premio Nobel de la Paz. Decían que no se lo habían dado por los logros que aún no ha obtenido, sino por sus esfuerzos y buenas intenciones. Ya ni eso le va quedando, ¿buenas intenciones un activista negacionista? Entiendo que EEUU tiene sus intereses en la zona y por motivos estratégicos Obama no quiera dañar sus lazos con Ánkara. Pero de ahí a poner todo su empeño en negar el Genocidio Armenio, como da a entender su Ministra de Exteriores, hay un gran trecho. Ahora falta que destituya a Clinton y la reemplace con David Irving. Digo yo, con el debido respeto a la importancia estratégica de Turquía, si Obama resistió las presiones nada menos que de China, se juntó con el Dalai Lama y siguió con la venta de armas a Taiwán, ¿no puede resistir las presiones turcas?

Israel también está en la obligación de reconocer oficialmente el Genocidio Armenio, es profundamente vergonzoso que el estado del pueblo que sufrió el genocidio más grande de la historia, que destina cantidades de recursos para preservar su memoria y sabe muy bien lo que es lidiar contra el negacionismo, aún no lo haya hecho. Israel se encuentra frente a Turquía en una situación más delicada y precaria que la de EEUU, se trata de uno de los únicos países musulmanes que reconocen a Israel y mantienen relaciones diplomáticas. Desde la Operación Plomo Fundido las relaciones entre ambos países se vienen deteriorando. Si Israel reconoce el Genocidio Armenio en estos momentos, corremos el peligro de que Turquía no sólo cancele las relaciones diplomáticas sino que acabe de alinearse con el eje Irán-Siria-Hezbolá-Hamás. La posible alianza entre un país que ya ha cometido genocidio y lo niega, con otro que niega la Shoá y desarrolla armas nucleares, da miedo. Aún así, Israel tiene que buscar la forma de reconocer el Genocidio Armenio lo antes posible. Nuestro Ministerio de Exteriores ya ha puesto en peligro las relaiciones diplomáticas con Turquía en haras del honor nacional por asuntos de mucha menor envergadura, ya va siendo hora de restaurar en serio ese honor reconociendo la Shoá Armenia.


Véase también:
* Las siete preguntas sobre el Genocidio Armenio
* Reconocimiento del Genocidio Armenio (wikipedia en inglés)

jueves, 4 de marzo de 2010

It's evolution babe

No tenía idea de que existía en Israel un funcionario público que ocupa el puesto de "Científico Principal" (המדען הראשי) en el Ministerio de Educación, hasta que me enteré ayer de la controversia generada por sus declaraciones en contra de la teoría de la evolución y la teoría del calentamiento global. Fuente: Haaretz.

Según un tal Gabi Avital, experto en ingeniería aeronáutica que ocupa el puesto desde hace poco, las organizaciones ecologistas son entes de personas malvadas que se comportan como fanáticos religiosos, llevando a cabo su "cruzada verde". Él personalmente no se molesta en reciclar ya que la tierra no se va extinguir, puesto que así lo prometió Dios y la influencia humana es desechable. Su oposición a la teoría de la evolución también surge a partir de sus creencias religiosas, puesto que según él la teoría de Darwin se basa en supuestos que van contra la creencia en Dios. Por lo tanto quiere incluir "otras explicaciones" junto a la teoría de la evolución en los libros educativos, y se opone a que en dichos libros se siga escribiendo que la acción del hombre causa el calentamiento global.

Por supuesto, las protestas no se hicieron esperar, los ecologistas exigen su despido, los rectores de las universidades hacen oír sus condenas. Lo han ridiculizado comparándolo con alguien que sugiera incluir en los textos escolares que la tierra es plana y el sol gira a su alrededor, o que niegue la relación entre el consumo de tabaco y el cáncer de pulmón. A mi no me queda claro en que consiste el cargo de "Científico Principal", cuáles son sus atribuciones aparte de revisar los libros de estudio, pero me da la impresión que el Doctor Avital se ha confundido y se cree que lo han nombrado Gran Rabino de Israel. Si seguimos así, dentro de poco van a sugerir dividir el puesto en dos, un Científico Principal ashkenazí y otro sefaradí.

Lo curioso es que el judaísmo no necesariamente se contradice con la teoría de la evolución ya que el relato del génesis se puede leer en forma alegórica. Si no me equivoco, incluso el mismísimo Rab Kook (padre del sionismo religioso) negaba que hubiera tal contradicción. Aunque hay quienes la rechazan, la teoría de Darwin no suele despertar en los judíos religiosos tanta hostilidad como en los feligreses de otras religiones. Sobre el calentamiento global, nunca había escuchado de judíos que se le opusieran por cuestiones teológicas. Me extraña que un judío creyente se oponga al cuidado del medio ambiente, tenía entendido que las fuentes judías enseñan a valorarlo, si hasta tenemos una festividad judía dedicada a festejarle el cumpleaños a los arbolitos (Tu Bishbat).

El siguiente videoclip se lo dedico al señor científico:




Véase también:
* Científicos y ciclistas