lunes, 8 de marzo de 2010

Una nueva izquierda sionista

En este blog no suelo reproducir artículos escritos por otras personas, si no tengo algo original de mi parte que añadir no tiene caso repetir aquí lo que ya aparece en otros medios de mayor tiraje. Otros blogs y páginas en español ya hacen un buen trabajo recopilando recortes interesantes de la prensa israelí. Voy a hacer una excepción con este artículo del columnista Ari Shavit publicado hace una semana en Haaretz, que comparto casi en un 100% y explica en forma mucho más clara y concisa que yo, la misma idea que intenté expresar en otras ocaciones. Ari Shavit analiza la caída de la izquierda israelí y la derrota electoral de Meretz, haciendo un recuento desde el fin de la Guerra de los Seís días en adelante:

Was there ever a left wing in Israel? Yes, between 1967 and 2000 there was a dovish and courageous Zionist left. It took shape on the seventh day of the Six-Day War, when a small but farsighted group quickly grasped the moral significance of what had been conquered. At a time when the public was swept away by triumphal euphoria, that small avant-garde saw clearly that there was calamity bound up with the victory.

Although it was castigated, the Zionist left was not deterred. It foresaw the Yom Kippur War, warned against the repercussions of the settlements and tried to block the center-right's march of folly. Gradually, reality proved that it was right, and the narrow circle expanded. In 1992 the party of the Zionist left, Meretz, won 12 seats and in 1993, prime minister Yitzhak Rabin adopted its stance in Oslo. From an inspiring but inconsequential group of bohemians, the Zionist left fostered a mainstream movement that shaped the national agenda.

In the 1990s, problems arose. Just when the left's program was broadly accepted it turned out there was a wide gap between its beliefs and reality. Against expectations, Yasser Arafat wasn't Nelson Mandela. Against hopes, the Palestinian national movement's conduct was not patterned on the deeds of Mahatma Gandhi. However, the Zionist left stood firm and did not allow the facts to get in its way. With admirable resolve, it refused to distinguish between its justified view of the occupation and its mistaken view of the prospects for peace. It continued to presume - and to promise - that because occupation was doomed, peace was inevitable.

The truth struck home in the summer of 2000. Ehud Barak proposed the establishment of a Palestinian state and the partition of Jerusalem, but the Palestinians rejected the offer out of hand. [...]


Shavit continúa enumerando otras tres ocaciones en las que los palestinos rechazaron las ofertas de un estado palestino entre el 2000 y el 2008. Luego ridiculiza las diferentes explicaciones del comite de investigación interno de Meretz para justificar la derrota electoral y propone su propia explicación:

The left has not done any soul-searching, has not confessed its historical errors, has not drawn bold conclusions. In contrast to its courage in the 1970s, it has been faint-hearted in the 2000s. Its inability to acknowledge that it led Israel into a dead end has caused it to end up in a dead end itself. [...]

Y concluye apuntando a lo que, en mi opinión, deberían ser las bases para un nuevo programa:

It is the left that must lead the way to the end of the occupation while ensuring Israel's existence as a Jewish, democratic and enlightened state. To do so, the left must go back to being Zionist and realistic. It has to suggest a practical way of getting out of the territories without endangering our national existence.

It has to represent the essence of Israel and not condemn it. It has to come up with a positive, constructive ethos and not a negative, hate-ridden one. If it dares to do this, it will be possible to say that not only was there a left in the past, but there will also be a left in the future. With or without Meretz, the Israeli left has to create itself anew.

Nota: Sólo dos pequeñas discrepancias. 1. Shavit subestima el peso de los otros factores que también contribuyeron a la derrota electoral de Meretz, como la falta de carisma del líder Jaim Oron, y a la influencia de la operación Plomo Fundido ni se refiere. 2. Cambiaría la palabra "enlighted" por la palabra libre. En Israel la izquierda suele usar el término para resaltar los valores laicos, liberales y humanistas del iluminismo, en contraste con los valores religiosos, conservadores y teocéntricos. Pero las cosas son más complicadas, no se puede dividir al mundo en dos polos opuestos de luz-oscuridad, buenos-malos. No hay que olvidarse que la "iluminación" europea también sirvió como apología para los crimenes colonialistas.

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30 comentarios:

  1. De acuerdo con casi todo. Ahora bien, ¿también lo estará la izquierda israelí?

    ¿Llegarán a ser tan malos para ellos los colonos, que según dicen ponen en peligro un estado judío y democrático, como la inmensa mayoría de los dirigentes y organizaciones palestinas, incluso árabe israelíes, que no desean reconocer el derecho del pueblo judío, como cualquier otro, a su autodeterminación en "parte de su tierra histórica" en un estado judío y democrático?

    Algo me dice que no existirá esa igualdad en los reproches y que siempre habrá benevolencia para los últimos y difamación para los primeros. Y es que estos reproches son muy similares a los ya esbozados por muchos otros, incluso desde más cerca que Ari Shavit, como por ejemplo Carlo Strenger, etcétera, ¿pero tienen público que los recoja, se desea la autocrítica?

    ¿No estará enamorados de sí mismos y como ya no convencen a casi nadie en el propio Israel, su demandada "autocrítica" consista en ayudar a forzar desde el exterior el brazo a sus propios compatriotas?

    La interiorización en la izquierda israelí de una actitud anti-israelí, aunque sea inconsciente, es más que obvio.

    Algunos, como David Landau, el ex-editor del Haaretz que deseaba "violación", sólo ahhelan castigo y penitencia.

    No obstante, serán los primeros en buscar alivio a su masoquismo fuera de Israel, y eso que ahora les ha dado por recurrir a las patologías del país, que a ellos no les afectan, of course, para explicar como no siguen sus fracasadas vías.

    ¿La autocrítica es factible como el sempiterno narcisismo de la izquierda?

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  2. Pues yo no he visto nada ni remotamente parecido siquiera a un intento de esbozo de autocrítica por parte de la derecha, que se acerque ni por asomo a lo que escribe Shavit. Ya va siendo hora que abandonen el mesianismo anti-sionista y dejen de buscar cada substerfugio para expnadir los asentamientos en cisjordania, incluso enfrentándose a Tzahal con medios similares a los de los palestinos.

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  3. Te recuerdo que lo que afirma Shavit en reiteradas ocasiones es que el ideario de la izquierda, dos estados para dos pueblos, es básicamente el aceptado por la opinión pública y también por la derecha mayoritaria, a menos que el Likud y Kadima provengan de algún remoto grupúsculo troskista. Es por lo tanto la solución en líneas generales que prevalece.

    Lamentablemente para la izquierda el resto de su formulación es un puro fracaso, es decir, que sólo los colonos son los malos y que ellos conocen perfectamente los deseos de palestinos y árabes israelíes, y que sólo concediéndoles un poco más, siempre algo más, bendecirán al estado judío y democrático y todos serán felices y comerán perdices, en fin, que todo ese ejercicio empírico de contrastar sus deseos y visiones con la realidad es manifiestamente inexistente, y lo peor es que no se atisban deseos de alguna comprobación. Ya se sabe el lema de aquella película, "que la realidad no te estropee el gran titular(del periódico, de la nueva oferta de paz...)".

    Desde luego enfrentarse al Tsahal no es de recibo, pero por contra quizá sí lo sea para la izquierda evitar desempeñar el servicio militar, fomentarlo de hecho mediante varias organizaciones de la cuerda, y no cumplir las ordenes en ciertas circunstancias, ante la aprobación unánime de la izquierda, mientras que otros incumplimientos y sus circunstancias son por contra reprobados ásperamente por esa misma izquierda que solicita severas sanciones.

    Por supuesto, eso no revela ninguna contradicción

    Luego pasa que se echan las manos a la cabeza porque el porcentaje de sionistas religiosos comienza a ser tan elevado en el ejército, y lo que habría que hacer para mejorar estéticamente ese hecho es un lavado de cerebro por la izquierda, ya que como la izquierda piensa cada vez más evitar enrolarse, sería la mejor solución para todos.

    Además, hay que contar que la izquierda esta muy ocupada revisando esa enésima oferta más por parte israelí, que sin duda será la buena, y daría la oportunidad a una paz inmaculada y al reconocimiento de Israel (se sobreentiende que el de Palestina no necesita referendo ni aprobación alguna, sería un insulto lo contrario).

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  4. El Likud dice que acepta la solución de dos estados, pero en la práctica hace todo lo que esté a su alcance para boicotearla y hacerla impracticable sobre el terreno. Su doble mensaje me recuerda a Arafat.

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  5. "Su doble mensaje me recuerda a Arafat".

    Quizá sea así, aunque da la casualidad que la derecha israelí es la que ha firmado la paz y ha llevado a cabo las desconexiones. En eso entiendo que la izquierda israelí esté de los nervios.

    Pero volviendo al asunto y a los recuerdos de la magdalena de Proust, ¿a que recuerda la izquierda israelí?

    A estupidez narcisista, sin acritud por supuesto

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  6. Siento insistir, pero... tantos problemas existen en la izquierda israelí para poner sus líneas rojas, por ejemplo al estilo de decir nuestra oferta es la última de Olmert, y queremos algún tipo de respuesta a ella, incluso constructiva, no el mero silencio y a esperar ofertas superiores (pues los palestinos no valoran ninguna propuesta, pero las incorporan a sus objetivos inmutables siempre que algunas de sus diversas partes les sean favorables), y si los palestinos desean cambios habrá negociaciones y contraprestaciones, por supuesto.

    En suma, una línea clara, una posición dígamos nacional, estable dentro de lo que cabe, crítica con la negación de los hechos históricos judíos de la otra parte a todos los niveles, junto si se desea una crítica a asentamientos contraproducentes.

    Pero nada de eso existe, ninguna posición nacional, el hecho, o el mito si se desea, judío como prescindible y el palestino o árabe como imprescindible.

    ¿Resulta tan complicado evaluar donde radica la incomunicación con su electorado?

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  7. No, no resulta complicado y Shavit lo expresa con claridad.

    Me queda clara tu opinión de la izquierda israelí. Pero no responde a la pregunta de mi primer comentario, ¿dónde está la autocrítica de la derecha? Yo me identifico con la izquierda israelí y no tengo problema en publicar opiniones críticas hacia la misma. Como Shavit, periodsita de Haaretz nada menos, que supongo también se identifica con esa izquierda. ¿Dónde está el equivalente a Shavit en la derecha? ¿Y por tu parte, a la derecha israelí sólo halagos? De hecho, al menos por los comentarios dejados en ese blog, ni eso, nada de "contrapropuestas" o halagos a la derecha, sólo críticas, o mejor dicho insultos, a la izquierda.

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  8. Siento no estar nuevamente de acuerdo con varias de tus afirmaciones

    En primer lugar, el objeto del artículo es la izquierda israelí, y en segundo lugar, no creo que Shavit sea asimilable a la izquierda de la que estamos hablando (su artículo sería la propia prueba).

    Shavit es un centrista, ora de Kadima, ora de los Laboristas, de Barak, quizá hasta de Netanyahu como mal menor o "razón de estado" (al ser el más brillante a nivel externo).

    Te recuerdo que en los días previos a las elecciones publicó varios artículos muy críticos con Livni, con revelaciones sobre su presunta incapacidad o poca fiabilidad, y todo a partir de una especie de supuesta "garganta profunda" del partido.

    Eso, y en esas fechas, sólo podía favorecer a dos miembros del actual gobierno, el Primer Ministro y al ministro de Defensa. Lo recuerdo porque me llamó mucho la atención y me sorprendió y me desagradaron los ataques a última hora, pues mi idea de Tzipi Livni era mucho mejor entonces, aunque luego resultó ser al final el refugio de la izquierda (Me gusto cuando dijo a los palestinos que cerrado el acuerdo de paz se acabarían las aspiraciones confederales de los árabes palestinos, pues tendrían que elegir donde querían estar y vivir, obviamente ganándose las críticas palestinas y... de la izquierda)

    Además, en Haaretz también publican Moshe Arens, Israel Harel y otros.

    ¿El equivalente del Shavit en la derecha? Creo que si descontamos la patológica fobia hacia Netanyahu en la izquierda, o sea Haaretz (y en la que Shavit y los anteriormente mencionados son la excepción) en JPost y Ynet encontraras algunos críticos de él y del Likud, a derecha, centro e izquierda.

    Lo lamentable es que califiques como "insultos" a la izquierda hechos y actitudes que les son reprochados habitualmente en Israel, y no exclusivamente por el eco más derechista.

    Según eso, Shavit, Carlo Strenger, etcétera, serían la versión más políticamente correcta de esos "insultos".

    El problema de la izquierda es su más que evidente cansancio psicológico a la hora de afrontar el conflicto y su desconexión cada vez mayor de las justas reivindicaciones de Israel, las del sionismo en definitiva.

    A veces dan la impresión de querer tirar todo por la borda, como han hecho ya algunos cuantos yéndose del país, frutos de esa obsesión de buscar la perfección o abstracción (narcisista) propia de la izquierda solamente en sí mismos, en Israel, y no en los demás (palestinos y árabes). Se añade a todo esto la doctrina de la izquierda de que la "víctima inocente" (dentro de su película dualista de muy buenos y muy malos) nunca puede ser culpable de su situación y menos aún de sus actos, pues siempre son inducidos por el otro, por Israel.

    Así llegamos a la conclusión de que los palestinos no pueden ser responsables de nada al estar sempiternamente manejados por Israel. De ahí los estereotipos, la creencia cuasi metafísica en la bondad de los palestinos y árabes, de que si se les concede algo adicional (perpetuamente, claro está) la solución está al alcance de la mano.

    Algo sorprendente sin duda en sociedades tan cerradas y unitarias como las que genera el Islam, y aún más no atribuirles la posibilidad de la búsqueda unos propios objetivos, no tan inocentes, que no estarían en consonancia con la estereotipización de la izquierda.

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  9. Al resultarles a la izquierda israelí cada vez más imposible matizar o revisar esa ideología de la "víctima inocente per se" con la situación real (por el cuestionamento que supondría de la suficiencia y superioridad moral exhibidas e integradas en su ideología, y que para nada se quiere perder), el hecho de la existencia innegable de una denegación del pueblo judío, de su derecho a su autodeterminación y de sus vínculos con su tierra ancestral por parte palestina y árabe, sólo puede ser evitada dirigiendo la mirada a unos malos de elección que difuminen esa denegación, grupos que además contradicen las querencias y objetivos ideológicos de la izquierda: en suma, se hace necesario demonizar al colono, al sionista religioso, al haredi, al inmigrante ruso, al nacionalista de derechas, al simple ciudadano incrédulo y escéptico ante las grandes ideas y esperanzas viendo lo que ve, y todo ello para así evitar mirar de frente la realidad y presentar a ese grupo heterodoxo como únicos culpables de lo que sucede, más aún cuando se sabe que su influencia se incrementa y la de la izquierda, anclada en su imposibilidad de hacer compatibles sus excelentes deseos con una realidad que se muestra ferozmente independiente de sus anteojos ideológicos, mengua cada vez más.

    No deja de ser ridículo que en el patrocinio de un "Estado de los israelíes", en sustitución del estado judío y democrático, lo único derogable parece que tenga que ser el hecho o el carácter judío, mientras que el carácter árabe y musulmán deba ser respetado y santuarizado. Esta visto que como en muchas otras partes de Occidente, el universalismo triunfante sobre los particularismos sólo se aplicaría y exigiría a ciertos grupos "culpables" (el "Occidente colonialista"), so pena de caer en el "racismo" o en el "colonialismo" si se exige a las "víctimas" (el Islam nunca fue expansionista,colonialista y belicoso, como todos saben, y el imperio otomano fue una organización muy válida, de hecho muy admirada por los pueblos árabes, hasta el punto de aliarse con sus futuros colonizadores).

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  10. Una respuesta muy larga para decir otra vez casi lo mismo que ya habías dicho antes y seguir meando fuera del tarro.

    De todos modos muy interesante donde marcas las fronteras de los diferentes campamentos políticos. Entiendo que para ti la izquierda es por definición antisionista, y si alguien emite una postura sionista, como hace Shavit en este caso, entonces automáticamente queda probado que no es de izquierda. Curiosamente eso mismo es lo que sostienen tantos antisionistas extranjeros (y algunos pocos locales), que para ser de izquierda es obligación estar contra Israel. Otro buen ejemplo de como en definitiva los extremos se tocan. El que mira a los demás desde un extremo, sea cual sea, no puede ver matices. Para los extremistas de izquierdas todos los demás son fascistas, para los extremistas de derechas todos los demás son antisionistas/antisemitas/islamistas/terroristas/¿narcisistas?

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  11. Estoy de acuerdo en lo de la respuesta muy larga, excesiva, quizá por querer delimitar los temas y tratar de explicar donde creo que están las raíces del problema de la desafección de la izquierda israelí con la realidad de su país, algo sorprendente en gente que tanto proclama la necesidad de un estado de los israelíes.

    Respecto a la meada, que sería fuera del tiesto y no del tarro, me parece que la extensión del mensaje ha afectado gravemente tus entendederas.

    Además lo dije y aclaré desde el principio, Shavit no crítica a la izquierda desde la izquierda, sólo basta leer sus artículos, por cierto una muy famosa tras el fracaso de la Segunda Guerra del Líbano donde ponía a parir precisamente a las élites izquierdistas y post-sionistas del país, en diferentes ámbitos, y hablaba de que en el Oriente Medio Israel debía ser obligatoriamente Atenás y Esparta.

    Siento pues decirte que lees poco a Shavit y lo que trasluce su trayectoria y por donde va su identificación.

    Yo, y siento repetirme, he hablado de una izquierda que frustrada y cansada por la continuación de un conflicto ha tirado por la solución más fácil y sólo ve responsables en un único lado, quizá porque sabe pertinentemente, aunque no lo reconoce públicamente, que sólo la parte israelí hará concesiones, y como privilegiando ante todo la necesidad del fin del conflicto es capaz de difuminar a proposito la denegación del pueblo judío y de su derecho a la autodeterminación por parte palestina y árabe, más que nada porque no cree que ganará nada sino que retrasará el proceso.

    El problema es que difuminando y culpando solamente a una parte, y declarando no culpable a la otro más que nada para intentar garantizar un final del conflcito, eso no garantiza dicho final y un posterior irredentismo, que sería la fase protagonizada por los árabes israelíes.

    Siento decir que tú "reflexión" sobre la confluencia de extremismos y antisionismos suena más a pataleta que a otra cosa.

    En fin, veo que no te interesan las derivas post-sionistas e "israelistas" de la izquierda, a la vez que su complicada posición ante lo que suponen, la práctica eliminación del carácter judío del estado visto como "impedimento", y la ausencia de exigencias similares para la parte árabe.

    No hace falta decir el ridículo espantoso de esa misma izquierda que, preconizando ese "estado de los ciudadanos" para facilitar una mayor integración de la minoría árabe, recibe de los dirigentes de esta última soluciones, visiones las han llamado, que prácticamente preconizan una especie de confederación de formato étnico de Israel, dividido en dos, y antesala claro esta de derivas que pueden adivinar facilmente.

    Por supuesto, de este embrollo patrocinado y amparado por la izquierda ni palabra, sólo incontinencia urinaria.

    Uno, por una vez, recibiría con agrado un comentario sobre como desde la izquierda se contemplan esas posibles derivas, si es que no se prefiere jugar al avestruz y enterrarlas bajo la alfombra.

    ¿Por qué tanto desdén a la hora de contemplar o evaluar los posibles "peligros" que se pueden derivar de las "bellas ideas" de las "bellas almas"?. ¿Tendrá que ver esa ausencia de reflexión con el escepticismo cada vez mayor que cosecha de parte del electorado?

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  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  13. Muy interesante el intercambio de opiniones...

    Jose:
    ¿Tendrá que ver esa ausencia de reflexión con el escepticismo cada vez mayor que cosecha de parte del electorado?

    Que una idea sea apoyada o no por la mayoría no añade ni resta valor a la misma.

    :|

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  14. Te sigues repitiendo. A ver, te lo pongo lo más breve y claro que me es posible: la izquierda sionista no es lo mismo que la izquierda anti-sionista.

    De igual manera que la derecha liberal y demócrata, o lo que queda de ella, no es lo mismo que la ultra-derecha racista y fascista. Yo no le reclamo a los simpatizantes de Kadima o Likud por las opiniones de Baruj Marzel. Tú me reclamas a mi por opiniones y personas con las que discrepo y a las que critico, a eso le llamo mear fuera del tarro.

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  15. Volver a empezar, con tiesto o con tarro.

    Seré breve y conciso: "la izquierda sionista no es lo mismo que la izquierda anti-sionista"

    ¿He hablado yo de la izquierda anti-sionista? A mí no me preocupa nada ese tipo de izquierda, ni me dedico a discutir sobre ella, sería estúpido.

    Yo hablo, y parece más que evidente en todos los comentarios, de la izquierda israelí que se aglutina alrededor del Meretz, Peace Now y otro tipo de organizaciones, y que al menos oficial y públicamente no se califican de anti-sionistas, sino que se define desde sionista hasta post-sionista o asionista.

    "Te sigues repitiendo" Más bien, sigues desviando el tema hacia otro tipo de horizontes más fáciles de defender.

    Yo reclamo la opinión de alguien de la izquierda de la que hablamos, que se siente sensible a comentarios y artículos sobre ella, y Shavit en el suyo se dirige sólo a ella y en ningún caso la izquierda antisionista, sobre lo que plantea Shavit de sus déficit, que parecen constreñirse en buena medida a un "cartel electoral no era muy atractivo".

    ¿Pero y del resto? ¿Del déficit de empatía con el conjunto de ciudadanos israelíes que supongo yo que también formarían parte del "estado de los ciudadanos", de su falta de realismo a la hora de poder llevar a cabo sus "buenas ideas", de su tentación a recurrir a las presiones externas para no tener que revisar así sus mensajes y actuaciones (la autocrítica famosa), de todo eso alguna alegación que se "salga del recurso del tarro"?

    Observo que no, que no hay matizaciones a lo dicho, ni negaciones siquiera, sólo el recurso a la tangente.

    Esta visto que la sugerencia de que no todo es "luz-oscuridad, buenos-malos" tiene límites prácticos.

    Cómo dijo una vez alguien que yo me sé, la "izquierda" en sí es algo diferente a las izquierdas, a sus prácticas vamos, "guarda sus esencias inmortales intactas".

    Pues vale, con la izquierda hemos topado, amigo Sancho

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  16. "Que una idea sea apoyada o no por la mayoría no añade ni resta valor a la misma"

    Tampoco parece justo que los problemas de recepción de una idea sólo sean atribuibles al público que debería recogerla. ¿O es que las ideas, según de donde provengan, requieren la aceptación automática, y sin reflexión, del supuesto receptor?

    Uno, a la larga, y con la distancia del tiempo transcurrido, suele volverse infalible sobre lo que realmente debería haberse realizado (apoyado) años atrás.

    También los cementerios están llenos de gente insustituible, que vista la
    metafísica que gasta y la consideración que tiene de sí misma mucha de las izquierdas, deberían ser toda gente de progreso.

    Y eso que se pusieron como se pusieron cuando apareció el invento ese del "fin de la historia" de Fukuyama. No conozco teoría más aproximada a un fin de la historia que la fe en sí misma (narcisismo y superioridad moral) y en sus razones (cambiantes, a pesar de su "verdad inelectuble y definitiva") que la que profesa la mayoría de la izquierda.

    Y mira que lo siento, pero mi esceptismo me lleva a ser más bien conservador sobre ideas abstractas y grandiosas, y sobre todo sobre aquellos que tienen que llevarlas a cabo.

    Recuerden que somos mortales

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  17. No me importa como se autodenominen, estar a favor de que Israel deje de ser un Estado judío y democrático para transformarse en cualquier otra cosa ("Estado de sus ciudadanos", "Estado binacional", o Estado loquesea) es una postura inequívocamente antisionista que no aparece en la plataforma de Meretz ni la de Shalom Ajshav. El postsionismo es una variante del antisionismo y sobre el "asionismo" nunca escuché. No tengo por qué defender "horizontes" que no comparto.

    A mi me parece que reproduciendo el artículo de Shavit abarco bastante, incluyendo la crítica a la falta de autocrítica. Aún así ¿la crítica que ofrezco aquí es incompleta? ¿hay más cosas que criticar? Sí, obvio. No porque no critique aquello que no viene al caso por lo que tanto insistes, sino porque siempre hay lugar para seguir criticando. Me dices que me voy por la tangente, pero tu no dejas de tirar la pelota fuera del campo. Cuestioné ya en el primer comentario dónde está la más mínima y remota crítica a la derecha, y en el tercero te pregunté a ti más directamente si es que no tienes ninguna. Todavía no has ofrecido ningún ejemplo, ni siquiera uno incompleto y tangencial. Una forma muy válida sin duda, de protestar por la falta de autocrítica de otros.

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  18. Jose:
    Tampoco parece justo que los problemas de recepción de una idea sólo sean atribuibles al público que debería recogerla

    Claro, el cómo y el cuándo se transmite una idea tiene mucha importancia a la hora de abrazarse, ahora bien, estaba hablando de otra cosa.

    Intentaste desacreditar ciertas ideas en base a la recepción del electorado y eso es un error.

    Lo que más se consume no es necesariamente lo más conveniente.

    Jose:
    Uno, a la larga, y con la distancia del tiempo transcurrido, suele volverse infalible sobre lo que realmente debería haberse realizado (apoyado) años atrás

    A toro pasado todos somos sabios...

    Jose:
    No conozco teoría más aproximada a un fin de la historia que la fe en sí misma (narcisismo y superioridad moral) y en sus razones (cambiantes, a pesar de su "verdad inelectuble y definitiva") que la que profesa la mayoría de la izquierda

    La autocrítica de la que la izquierda suele hacer gala, brilla por su ausencia en la derecha, ya sabes, por aquí todavía hay quien apalude la entrada en la guerra de Aznar...

    :|

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  19. Otra cosa, para saber con quién se identifica Shavit, habría que preguntarle a él. Pero yo veo varios indicios claros que sí se identifica con la izquierda que está criticando, las alabanzas a sus comienzos y la adopción de parte de su retórica. Difícilmente encuentras con alguien de derechas hablando de cuán importante es acabar con la ocupación y menos aún de la necesidad de un país "iluminado".

    Que haya escrito contra Livni antes de las elecciones no prueba que sea de centro ni de derechas. Prueba que tiene la integridad profesional de publicar información de importancia para el público, independientemente de a quién favorece.

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  20. Por fin, el "tarro" de las esencias dejado de lado.

    Y entramos en el meollo de la izquierda, el objeto de la discusión (no un "y tú más"), pues parecía que el lema era "los trapos sucios los aireamos en casa, no nos los airean los demás".

    "Asionista", es una expresión proveniente de parte de esa izquierda exquisita (por su atención a los detalles como se verá) que, como sionista suena mal en el exterior (no está de moda y puede ser comprometedor), y lo de post-sionista no convence o tiene demasiados efluvios anti(sionistas), solamente quiere dar a entender que no se es sionista pero sin querer decir a la vez que se es antisionista, declaración ésta última que le reportaría muchos beneficios en el exterior pero no tanto en el interior.

    No insistiré más sobre el posicionamiento de Shavit. Qué tiene gran estima a los padres fundadores del estado, sin ninguna duda, que parece no tener partido definido y elegir según las personas y las circunstancias, me parece también cierto. Que es sionista me parece obvio.

    Pero me gustaría que alguien me explicará su apelación a "la izquierda" en tercera persona, y esas frases que reproduces y en donde dice (traduzco libremente):

    "Es la izquierda la que debe liderar el camino hacia el final de la ocupación al tiempo que garantiza la existencia de Israel como Estado judío, democrática e ilustrado (o progresista). Para ello, la izquierda debe volver a ser sionista y realista. Tiene que sugerir una forma práctica de salir de los territorios sin poner en peligro nuestra existencia nacional.

    Tiene que representar la esencia de Israel y no condenarlo. Tiene que promover un espíritu positivo, constructivo y no un negativo, de creciente odio".

    ¿De verdad le ven ustedes muy de esa izquierda que critica y aconseja a la vez? ¿De veras la admonición a "garantizar la existencia un Estado judío, democrático y progresista", o la de "volver a ser sionista y realista" no les dice nada sobre lo que piensa Shavit de las derivas actuales de la izquierda israelí?

    Sinceramente, y remitiéndome al artículo de Shavit, ¿"compartiendo sus palabras casi en un 100%", no sacan las obvias conclusiones de sus palabras?

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  21. Renton, no estropeemos la discusión con el patio trasero.

    Me ha enternecido mucho lo de "la autocrítica de la que la izquierda suele hacer gala" (¿la hace Antonio Gala?), brilla por su ausencia en la derecha, ya sabes, por aquí todavía hay quien aplaude la entrada en la guerra de Aznar..."

    En primer lugar, la política en Israel, a pesar de los mismos vicios lamentables que en el resto de los países democráticos, tiene un factor de autenticidad y de importancia que no tiene en España y el resto de países democráticos, solamente porque sus decisiones son mucho más determinantes para la vida y la existencia del país. Están muchas más cosas en juego, por lo tanto la exigencia y la involucración también debe ser de otro tipo.

    Dicho esto, lo de la derecha en España es de traca, por mansedumbre y posibilismo hasta las trancas.
    Pero que ese "ente difuso y pomposo" que se define por la izquierda, que tan estupendísima opinión tiene de si mismo, encantado como está de haberse conocido, a la vez sea el más autocrítico y que haga gala de ello, sinceramente, no tiene un pase.

    Quizá los flautistas de Hamelin del "esto lo arreglamos entre todos" o demás potajes políticamente correctos y buenistas de la gente de progreso te impidan ver el bosque (más bien los matorrales, las zarzas y los cardos).

    Saludos a los autocríticos

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  22. Ni siquiera es un "y tú más", carta que la derecha suele utilizar como si fuera un comodín que contesta a todos los argumentos y resuelve todos los problemas, carta que tampoco debería espantarte. Sino un "y tu qué", carta mucho menos exigente que igual sigues eludiendo. ¿No hay un poquito de autocritica por casa, ni un ejemplo pequeñito y minúsculo? ¿ni siquiera uno tangencial, que no saque conclusiones obvias? ¿nada de nada?

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  23. jose:
    Quizá los flautistas de Hamelin del "esto lo arreglamos entre todos" o demás potajes políticamente correctos y buenistas de la gente de progreso te impidan ver el bosque (más bien los matorrales, las zarzas y los cardos).

    Eingh?

    Recibirás notícias de mis abogados!

    Grompf!

    :|

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  24. "y tú más" "y tú que" = la tangente, aunque ya de la dimensión de la Perspectiva Nevsky.

    "¿Autocrítica, ejemplo, minúsculo, tangencial, conclusiones, nada de nada?" Vaya por Dios, un post para la mayor gloria de la izquierda que sale rana. Y yo creía que tanta "modesta e inevitable racionalidad de progreso" sabría defenderse sola y con argumentos.

    Repeat, please:

    "¿De veras la admonición a "garantizar la existencia un Estado judío, democrático y progresista", o la de "volver a ser sionista y realista" no les dice nada sobre lo que piensa Shavit de las derivas actuales de la izquierda israelí?

    Sinceramente, y remitiéndome al artículo de Shavit, ¿"compartiendo sus palabras casi en un 100%", no sacan las obvias conclusiones de sus palabras?


    ¿Abogados, Sr. Renton? ¿Por quién me toma? La profesión de leguleyo difunde un inequívoco olor a "complot judeo-masónico".

    Sea un hombre de izquierdas y autocrítico, en el parque, a las 19 horas, con pistolas de cañón recortado, y a primera sangre. Tendrá noticias de mis padrinos

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  25. Me imagino que las repeticiones deben tener su valor terapéutico. Que le aproveche.

    En fin, reclamando a otros por su autocrítica insuficiente, pero negándose a capa y espada a formular ningún tipo de la más remota autocrítica propia. Te recomiendo repetir también la parte del artículo en que Shavit habla de la falta de autocrítica y la falta de honestidad intelectual, quizás te sirva para sacar algunas conclusiones obvias.

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  26. "pero negándose a capa y espada a formular ningún tipo de la más remota autocrítica propia"

    Entendido, el típico "y tú más". Le recomiendo para evaluar el contenido de esta discusión releer el titular y el contenido de su propio post, sin duda será una sorpresa para usted.

    Verdaderamente, no recomiendo las prácticas del autor del post, si se discute sobre un tema determinado, según él, lo justo es finalizar dicha discusión con los participantes realizando una especie de "ejercicios espirituales" individuales y/o comunitarios, o mejor, al estilo soviético, una sesión de autocrítica colectiva, donde al final todos sean culpables y a sueldo del capitalismo

    Incluso sería interesante que patentara este método para congresos, conferencias, monografías, libros colectivos, etcétera...

    En fin, con lo fácil que hubiera sido decirnos que la izquierda barre para casa sus trapos sucios y no quiere intromisiones no "politicamente progresistas". Así, la autoloa será infinita y sostenida.

    Por mí, c'est fini, deducir que las "bellas almas" son más partidarios del progreso ajeno que del propio

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  27. Un interesante debate en el que no me meto por no tener suficiente conocimiento del actual discurso de los distintos partidos de la izquierda israelí. Sólo una pequeña apreciación sobre un tema que se desvió de la cuestión y que parece estar malinterpretado.

    @Jose Antonio: lo de "esto lo arreglamos entre todos" no tiene nada que ver con el "buenismo" de la gente "de progreso". Es una campaña orquestada por varias grandes empresas españolas y algún que otro banco para fomentar el consumo interno (campaña que no está dando muchos resultados, por cierto).

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  28. Claro, estamos a favor del progreso de los demás, no del propio. Y lo conseguiremos repitiendo mil veces las mismas frases, hasta que alguien más las asimile por osmosis. Mira, aquí tienes otra autocrítica, la izquierda a veces intenta eso también, y no, no funciona.

    Sobre las "derivaciones", Shavit lo explica mucho mejor de lo que yo podría. Con escribirlo una vez en el post se entiende. Como ya he dicho, no seré yo quien las defienda. Y si tú quieres seguir la terapia en otra parte, no seré yo quien llore tu partida.

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  29. Alan, la campaña es llevada a cabo por "paniaguados", no se si me entiendes. Y paniaguados pueden ser grandes empresas, organizaciones y/o individuos. No obstante, no descarto por supuesto la buena intención sin más intereses de algunos, aunque eso sí, tras conocer el origen y los elucubradores, los restrinjo solamente a nivel individual

    "Claro, estamos a favor del progreso de los demás, no del propio". Una equivocada conclusión, para una mala interpretación. "Progreso ajeno" sería el de aquellos bienaventurados y gente de virtud intachable que se acerca a la palabra revelada, raramente a los hechos manifiestos, que posee en exclusiva la izquierda. El "progreso propio" va unido a esa bondad sin igual que según parece monopoliza en exclusiva la izquierda, la autocrítica. O sea, un artículo de fe, una especie de palomita del Espíritu Santo (ay Trini, Trini... mi Trinidad) que unge a la izquierda por ser quien vos quien sois. Vamos, que están encantados de haberse conocido.

    Es por eso que sostengo que la izquierda huye de la realidad como alma que lleva el diablo, es más reconfortante una "(re)interpretación de progreso" de todas sus cuitas desencadenadas por la maldita realidad. Entienden pues la necesidad de "otro mundo es posible". El cabronazo actual, y sus pócimas de progreso, lo pone muy difícil.

    "hasta que alguien más las asimile por ósmosis". Ya, y cuando no hay ósmosis, es que son unos cabrones reaccionarios. Ya me lo temía ya. Una muestra más de ese victimismo tan occidental, tan reconfortante para el ego y tan desresponsabilizador.

    En fin, partimos con una lágrima "poco sostenible"

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  30. Jose:
    O sea, un artículo de fe, una especie de palomita del Espíritu Santo

    En ninguna parte de la Biblia leerás que el Espíritu Santo es una paloma, lo que leerás es que descendió sobre nuestro Señor como paloma...

    A mis abogados vas!

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