lunes, 28 de junio de 2010

Dos judíos, tres colores

En los meses que precedieron al Plan de Desconexión de Gaza consumado por el gobierno de Ariel Sharon en Setiembre del 2005, se podía ver por todas partes gente con cintas de color naranja atadas a la muñeca, colgando del bolso o del espejo del auto. Ese fue uno de los métodos más simples y efectivos utilizado por los opositores al plan, para manifestar un rechazo multitudinario y omnipresente al desalojo de los ocho mil judíos que residían en Gaza. El éxito de los "ktumim" (anaranjados) llegó a tal grado, que en aquella época uno no podía salir a la calle con una prenda de vestir color naranja sin manifestarse políticamente. Han pasado casi cinco años, pero hasta el día de hoy hay personas, aunque menos, que siguen llevando la cinta naranja, uno ya puede volver a vestir la casaca de la selección holandesa.

En respuesta a las cintas naranjas aparecieron las cintas azules. Pero con las azules el mensaje ya no era tan claro. Algunos las llevaban como señal de apoyo a la itnatkut (desconexión), otros para clamar que el pueblo se mantuviera unido, sin desembocar en la violencia interna como consecuencia de la gran tensión social suscitada por el plan. Incluso se podían ver personas que llevaban al mismo tiempo la cinta naranja y la azul: en contra de la itnatkut y a favor de mantener la unidad.

En estos días las cintas de colores han vuelto a inundar las calles, esta vez amarillas: en exigencia al gobierno para que llegue a un acuerdo de intercambio de prisioneros con Hamas y obtenga la liberación de Guilad Shalit, soldado israelí abducido a Gaza por Hamas hace cuatro años. La respuesta no se hizo esperar, quienes se oponen a la liberación de cientos de terroristas encarcelados en Israel a cambio de Shalit, lucen cintas rojas. Yo personalmente, que suelo tomar partido en todo, no me acabo de decidir. El dilema sigue siendo el mismo. Quien mejor lo ha expresado ha sido Amona Alón (escritora religiosa muy de derechas con la que no suelo coincidir en nada): el corazón está a favor y la cabeza en contra.


Es difícil explicar a alguien que lo ve desde afuera con qué intensidad vive la sociedad israelí el asunto de Guilad Shalit, la fuerte identificación emocional con su familia. A finales del 2009 parecía que Israel y Hamás estaban a punto de concretar un acuerdo, Israel liberaría a casi todos los casi mil presos que exigía Hamás, y los presos más pesados - responsables cada uno por la muerte de decenas de israelíes - en lugar de volver a Cisjordania serían exiliados a Gaza o al exterior. Por entonces me fui unos días de paseo a Barcelona, le comentaba a Alan que durante esas vacaciones me había impuesto no leer la prensa israelí, me hacía falta un poco de escapismo y no quería escuchar nada que tenga que ver con el conflicto, a menos que sea para enterarme de que liberaron a Shalit. Pero las negociaciones volvieron a fracasar y siguen estancadas desde entonces.

Después del desastre del abordaje al Marmara, Israel se ha visto obligado a levantar casi por completo el bloqueo a Gaza. Ya no se puede aplicar el bloqueo como método de presión, amenazando a Hamás de mantenerlo hasta que liberen a Shalit. Lo único que le queda a la familia es la presión popular al gobierno de Netanyahu. Netanyahu se ha gestado una imagen de gobernante indeciso y fácil de presionar, tanto desde el exterior como desde el interior. La imagen ya la arrastraba de su mandato anterior, pero la viene reforzando con una larga serie de decisiones forzadas, desde la cancelación del impuesto a las verduras hasta la cancelación del bloqueo a Gaza.


Relacionado:
* El pueblo no se olvida de Guilad Shalit
* Empezó el remate

jueves, 24 de junio de 2010

Comentarios selectos 2

En un post anterior publiqué una selección de los comentarios dejados en el blog acerca de la Operación Plomo Fundido que me parecieron mas inteligentes y bien formulados, tanto a favor como en contra de Israel. Hace tiempo que había pensando en publicar otra selección con otro estilo de comentarios que recibí en abundancia durante aquel mes ajetreado y que sigo recibiendo de vez en cuando, comentarios de pocas palabras: "hijo de puta", "asesino", "judío de mierda", "muéranse" y demás elogios. U otros más elaborados que en definitiva transmiten el mismo mensaje. De inteligentes no tienen nada, pero menos inteligente aún es ignorarlos. Tanto el antisionismo violento como el antisemitismo son asuntos graves, mirar hacia a otro lado no evita sus consecuencias funestas, quizás las acreciente. Como ya he dicho y no me cansaré de repetir: no toda crítica a Israel es antisemitismo. Hay que cuidarse de exagerar y evitar las falsas acusaciones de antisemitismo, por que le quitan efectividad a las verdaderas. Al mismo tiempo, no hay que vacilar en acusar al antisemitismo que busca colarse como legítimo disfrazándose de críticas a Israel.

De la misma manera, no es inteligente para quienes apoyan sincera y genuinamente la asistencia humanitaria y pacifista a Gaza, ignorar quienes se cuelan a su barco. Y no me refiero sólo a los navíos concretos de timón y capitán que pretendieron anclar en Gaza, me refiero en sentido figurado al barco de la propaganda anti-israelí. Puesto que propaganda era el principal suministro de "ayuda humanitaria" que transpotraba la "Flotilla de la Libertad". Aquí, uno de los colados que deja patente con su comentario, con qué clase de "pacifismo" debemos lidiar:

Va a llegar, ese día llegará, no será con mesias ni con templos restaurados, no sera con armagedones ni mierda en las encias de animales ultraortodoxos, el día del juicio será cuando de una vez por todas las naciones arabes y los pueblos de allende el mar se una para presionar la rendición absoluta el fanatismo exaservado, del segregacionismo cruel y despiadado, de la lujura de las naciones complices, cada ciudadano mirará con horror la realidad disfrazada, atacaremos a cada judio israeli afuera de sus embajadas, a cada vacacionista en nuestras playas y ciudades, a cada joven, niño y adulto, la estrella de david sera hoy como ayer su distintivo y serán los profanados gentiles quienes seguiremos cumpliendo la promesa de D-s persiguiendo a esa raza semitica barbara y desalmada.

MATA, ATACA, LASTIMA, HIERE, OFENDE, PERSIGUE, RADICA A UN ISRAELI... SERA EL GENESIS DE LA PAZ EN MEDIO OREINTE

Seleccioné sólo el ejemplo más extremo, hay unos cuántos más que se le acercan.

martes, 8 de junio de 2010

Evolución de un eufemismo

Le preguntaron a uno de los organizadores de la "flotilla de la libertad" si estaba triste por los muertos: respondió que sí, triste pero satisfecho. Y yo me pregunto ¿satisfecho de qué? La ayuda humanitaria que cargaba el barco donde murieron los nueve pasajeros no llegó a Gaza, Hamás no permitió la entrada de las mercancías por tierra, insistiendo en que estas lleguen sólo por mar. Le preguntaron al padre del pasajero turco de ciudadanía norteamericana, cuya muerte dejó satisfechos a los miembros del IHH, que sentía tras la pérdida de su hijo. Aseguró que la familia no estaba triste porque consideraba que murió de manera honorable: "Siento que mi hijo ha sido bendecido con el paraíso".

A la persona que intenta secuestrar a un soldado israelí o matarlo a tiros, puñaladas o mediante cualquier otro método, dispuesta a morir en el intento, convencida de que una muerte así le asegura la entrada al paraíso, en árabe es conocida con el título honorífico de "jahid", que se puede traducir al español como "mártir". Jahid y mártir tienen connotaciones distintas, si bien hubo mártires que ganaron ese calificativo luchando contra un enemigo como Juana de Arco, los primeros mártires cristianos eran asesinados por los romanos sin oponer resistencia violenta, la primera imagen que a mí me viene a la mente es la de un santo con aureola y todo rezando con las manos en alto, a punto de ser devorado por un león para deleite de un público que reclama pan y circo. Pero algo tienen en común ambos términos, aún sacados de sus contextos originales los dos mantienen connotaciones religiosas.

Quienes creen en alguna de las ideologías europeas, cualquiera de las ramas del liberalismo o el socialismo, casi todas de corte marcadamente laico, nacidas de las Nuevas Ideas del siglo XVIII y sintetizadas en el famoso lema de la Revolución Francesa "libertad, igualdad, fraternidad", no suelen sentirse cómodos con la religiosidad medieval de mártires y jahids. Aquellos que por algún motivo (un enemigo común, simpatía hacia el débil, etc), sienten fraternidad hacia los jahids, tienen la necesidad de convertirlos. Dejan de lado el pequeño detalle de que los jahids no comparten sus valores de "libertad e igualdad", pero sobre todo, barren debajo de la alfombra semántica sus motivaciones religiosas. Así es como los jahids son rebautizados (uso a propósito la palabra bautismo, pues se trata paradójicamente de una especie de bautismo laico), como "milicianos", "guerrilleros" o con un eufemismo aún mayor: "freedom fighters" (luchadores de la libertad). Pero nunca antes de este trágico episodio, habían sido denominados "activistas humanitarios" o "pacifistas", el grado de eufemismo ha alcanzado un nuevo nivel antes desconocido.

Y claro, ahora resulta que éste señor es un activista humanitario:


Igualito que esta señora:


Los dos iban a bordo de dos barcos distintos de la flotilla. Una adivinanza: ¿en cuál hubo un enfrentamiento violento con nueve muertos y varios heridos y cuál fue desviado a puerto sin problemas? Otra: ¿en cuál de los dos respondieron a las advertencias por radio de la marina israelí con un humanitario "váyanse a Auswitch"?