lunes, 29 de septiembre de 2008

15 años de Oslo

Hace dos semanas se cumplió el decimoquinto aniversario de la firma de los Acuerdos de Oslo. Un 13 de Setiembre de 1993 Israel reconoció a la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) como el legítimo representante del pueblo palestino, la OLP a su vez, reconoció el derecho a la existencia del Estado de Israel y renunció públicamente al uso del terrorismo y la violencia. Siguiendo los acuerdos, las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) se retiraron de parte de los territorios ocupados, que fueron quedando gradualmente bajo la soberanía de la nueva Autoridad Palestina. De esta manera se dio comienzo a un proceso de paz que luego de quince años no ha arrojado los resultados que se esperaban.


Recuerdo que aquel día en la escuela judía interrumpieron las clases y nos llevaron frente al televisor a presenciar en directo aquel apretón de manos entre Isaac Rabin e Yasser Arafat, patrocinado por Bill Clinton. En aquel entonces no fui consciente de la magnitud histórica del momento. Tendría que habérmelo figurado, la suspensión de las clases en favor de la pantalla era una acción altamente excepcional, cosa que no había ocurrido desde aquellos otros eventos irrepetibles, es decir, desde los partidos de la selección uruguaya de fútbol en el mundial de Italia '90. Hoy en día me resulta curioso pensar que me exalté más con el penal que erró Ruben Sosa contra Corea del Sur, que con la firma de los acuerdos. Y eso que ni me gusta el fútbol.

Oslo abrió una nueva era de esperanza, los otrora enemigos irreconciliables bajaban las armas y se sentaban a negociar. Pero desde entonces ocurrieron una serie de eventos claves que fueron ahogando al optimismo: el asesinato de Isaac Rabin en 1995, el comienzo de la Intifada de Al-Aqsa en el 2000, la subida al poder del Hamás en el 2006.

Desde la tarde de hoy a la tarde del martes se celebra el año nuevo del calendario hebreo, el 5769. En esta festividad se acostumbra bendecir a nuestros familiares y amigos deseándoles, entre otras cosas, un año de paz. Nos deseo a todos que en ese aspecto el año que comienza sea mejor que el se acaba, que al menos sea un año que nos de buenos motivos para renovar las esperanzas. Feliz año a todos los lectores, Shaná Tová.

1 comentario:

  1. Imposible no recordar el mítico apretón de manos entre Rabin y Arafat.
    En aquel entonces, la OLP se definía a si misma con un movimiento secular que representaba a la totalidad de la sociedad palestina.
    Con el paso de los años, Jamás (organización terrorista de carácter islamista) se ha hecho cada vez más fuerte, dividiendo a la sociedad palestina y entorpeciendo los Acuerdo de Oslo y todos los intentos posteriores de alcanzar la paz.

    ¡Shaná Tová!

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