Hoy fue la primera vez que participé de la Marcha del Orgullo Gay en Tel Aviv. Había asistido un par de veces a la de Jerusalén, ni se compara. La de Tel Aviv es mucho más concurrida, mucho más colorida, mucho más festiva. Pero la principal diferencia, que hace a la marcha de "la ciudad sin pausa" mil veces más atractiva que la de la ciudad sagrada, es que la primera termina en la playa donde la fiesta continúa a orillas del mediterráneo hasta la caída del sol.
Como todos los años, grupos religiosos y grupos de extrema derecha intentaron prohibir el evento sin éxito. Entre los opositores a la marcha destacó el actual Ministro del Interior, Eli Ishai del partido ultraortdoxo Shas. Como era de esperar, la Suprema Corte desestimó todas las peticiones de prohibición y la marcha tuvo lugar bajo escolta policial. Esta vuelta hubo muy pocos religiosos que se acercaron para manifestar en contra y no hubo incidentes de violencia.
Yo no formo parte de la "kehilá gueá" ("comunidad orgullosa", nombre que se le da en hebreo al colectivo LGTB), y sin embargo es para mí un orgullo haber marchado junto a ellos. La lucha por los derechos de los homosexuales y por su aceptación en la sociedad, libres de discriminación y prejuicios, es una causa noble en sí misma. Sin embargo, el orgullo gay no es más que una pequeña parte de lo que está en juego, la participación en la marcha, más allá de la orientación sexual de cada uno, es una reivindicación por los derechos de todas las minorías perseguidas, es un acto de reafirmación de nuestra libertad de conciencia, nuestra la libertad de expresión y nuestros valores democráticos en general. Como judío, yo también soy miembro de una minoría que aún es perseguida en demasiadas partes del mundo, por eso para mí la Marcha del Orgullo Gay es un asunto personal. Como israelí, me opongo a los intentos de personas retrógradas, ignorantes, supersticiosas y cegadas por sus prejuicios, como Eli Ishai, de cancelar esa libertad lograda y mantenida a costa de tanto sacrificio. La Marcha del Orgullo Gay es también un mensaje alto y claro hacia a ellos: no dejaremos que pisoteen a todo aquel que no se rija por su mismo estilo de vida.
Pero dejémonos de tanto palabrerío. Veamos algunas fotos:
En árabe: por la libertad de elección, la Casa de la Libertad.
Agradezco la traducción a la chica que llevaba el cartel.
Agradezco la traducción a la chica que llevaba el cartel.
Muy buenas las fotos. Yo todavía no fui nunca a la de Barcelona. Quizás me lo plantee.
ResponderEliminara link to my gay parade blog post (in english)
ResponderEliminarhttp://samy-d.blogspot.com/2009/06/gay-pride-tel-aviv-2009.html
Fue muy interesante tu narraciòn chico de Israel. . . te juro que algúa día iré a esa marcha 'kehilá gueÀ' aparte porque de Tel Aviv es mi Dj'productor favorito Offer Nissim..
ResponderEliminarLOVE, LOVE Mr. NISSIM!!
Saludos dsd México.
Que verguenza que la palabra y la ciudad santa donde nacio el Mesias sea malograda por estas personas.
ResponderEliminarQue Dios tenga misericordia de estas personas que se supone es el pueblo de Dios, es increible la seguera espiritual no cabe duda que esta cerca la venida del Señor ya que la palabra dice que cuando los tiempos fueran otra vez como sodoma y gomorra el regresaria.
ResponderEliminarQue Dios los bendiga y los ayude.