viernes, 19 de febrero de 2010

Literatura y tolerancia

Algunos escritores creen tener la capacidad para promover la paz y la tolerancia mediante sus obras de ficción, mostrando la realidad desde el punto de vista del otro. Entre los escritores israelíes contemporáneos, adhieren a esta tesis dos de los más reconocidos: A. B. Yeoshúa y Amos Oz. Así lo expresó Oz al recibir el Premio Príncipe de Asturias en octubre del 2007:

"Pero como lector no sólo observas a la mujer que mira por la ventana, sino que estás con ella, dentro de su habitación, e incluso dentro de su cabeza. Cuando lees una novela de otro país, se te invita a pasar al salón de otras personas, al cuarto de los niños, al despacho, e incluso al dormitorio. Se te invita a entrar en sus penas secretas, en sus alegrías familiares, en sus sueños. [...]

La mujer de la ventana puede ser una mujer palestina de Nablus y puede ser una mujer israelí de Tel Aviv. Si desean ayudar a que haya paz entre las dos mujeres de las dos ventanas, les conviene leer más acerca de ellas. Lean novelas, queridos amigos, aprenderán mucho. Las cosas irían mejor si también cada una de esas dos mujeres leyese acerca de la otra, para saber, al menos, qué hace que la mujer de la otra ventana tenga miedo o esté furiosa, y qué le infunde esperanza."

Tomado de Ars Judaica

Otros escritores algo más modestos difieren, entre ellos Meir Shalev. Shalev como activista político se encuentra en la misma línea que sus dos colegas antes mencionados, pero no tiene esa misma fe en la literatura como medio efectivo para promover la paz. En una entrevista de hace un par de meses para Yedihot Ajronot con motivo de la publicación de su última novela, comentaba una conversación que mantuvo al respecto con A. B Yeoshúa, le decía que con todo el respeto que le merece, la ficción es eso: ficción. Yo concuerdo con Shalev, me queda la impresión de que Oz y Yeoshúa subestiman al lector. Puedes ofrecerle al lector el punto de vista del otro, pero en última instancia será él quien lo interprete, se sienta identificado o lo rechace.

La "novela de otro país" no nos muestra realmente las penas secretas y los sueños de "la mujer que mira por la ventana", sino una representación particular de las mismas, una ilusión convincente en el mejor de los casos (si la novela está escrita con maestría), pero una ilusión al fin. El lector decide cuál es, según su propia percepción, la distancia que separa (o une) entre dicha ilusión y la realidad. Un buen ilusionista como Oz refuerza la ilusión haciendo de cuenta que no existe esa distancia, como lo hace en el discurso citado. En cambio un genio universal como Miguel de Cervantes, mantiene la ilusión y al mismo tiempo nos recuerda la distancia a cada paso. Amos Oz y A.B. Yehosúa caen en la heroica ingenuidad quijotesca, cuando intentan reparar la realidad revistiéndola de ficción. Deberían prestar oídos a la advertencia del padre de la novela moderna o se van a romper los dientes de tanto estrellarse con molinos de viento. ¿Será eso lo que ocurre con Meretz, el partido político al que apoyan abiertamente y que se achica en cada elección? Una ola de atentados suicidas o una lluvia de cohetes son más persuasivas que cualquier compasiva descripción sobre la mujer de la ventana.

Y si los grandes como Amos Oz, A.B Yeoshúa y Meir Shalev poco influyen, ¿qué puede lograr un humilde blogger?

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* Por amor a Judit

15 comentarios:

  1. ¿qué puede lograr un humilde blogger?

    Da la impresión que el blogger siente como un triunfo la incapacidad de la literatura de promover la paz.

    Mal.

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  2. ¿Triunfo? Más bien un profundo pesimismo y una gran impotencia.

    Pero gracias por demostrar mi argumento, yo escribo una cosa (que aunque no sea una obra de ficción, para el caso es lo mismo), y el lector (tú) interpreta lo que se le da la gana.

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  3. RTB:
    Triunfo? Más bien un profundo pesimismo y una gran impotencia

    Tu triunfo es ver que la literatura es impotente ante los odios generados por los obuses, las incursiones del IDF y demás, y es un triunfo porque vez tu pesimismo existencial, corroborado por tu lectura de la vida.

    El asunto mes que debes mirar más allá; la literatura no trabaja en el aquí y ahora al que estamos acostumbrados en las sociedades occidentales.

    La literatura planta hoy, y siembra mañana.

    Y no, tu argumento no era que el escritor escribe algo y el lector interprepta lo que le da la gana, tu argumento era destacar la impotencia de la letra frente al obús.

    Aunque en algo tienes razón, sufres de un gran pesimismo, un pesimismo que solo puede ser sanado por Dios pero que la literatura puede aliviarlo un poquito...

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  4. Me disculpo por haber contestado acabado de despertar, por eso escribí incoherencias.

    Cuando escribí la literatura planta hoy, siembra mañana, quise decir que siembra hoy y recoge mañana.

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  5. Tú me dices a mi, cual era mi argumento. Pretendes saber mejor que yo mismo que es para mí un triunfo y que es para mí una derrota. Una vez más, yo escribo una cosa y tu interpretas lo que se te da la gana.

    No es mi lectura de la vida, es mi lectura del conflicto árabe-israelí. Y no siempre fui pesimista al respecto. No es un pesimismo existencial, cósmico o trascendente, sino acerca de una realidad terrenal en una zona y en un tiempo concretos. Para este caso la literatura no cura ni alivia, como mucho provee otro medio de escapismo. Cuando uno siembra literatura hoy y otros diferentes recogen mañana, el que siembra hoy no puede anticipar que recogerán mañana. Una cosa sé que no recogerán ni hoy ni mañana: soluciones mágicas.

    Mi anterior optimismo no me lo brindó Dios y mi actual pesimismo tampoco se lo achaco a ninguna divinidad, sino a las acciones de los hombres.

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  6. RTB:
    Amos Oz y A.B. Yehosúa caen en la heroica ingenuidad quijotesca, cuando intentan reparar la realidad revistiéndola de ficción

    Este es el punto de partida al que quería llegar.

    Compañero, la literatura ingenua que practican Yahoshúa y Amos Oz y que tanto denostas ofrece algo que has perdido: Esperanza.

    La Esperanza es irracional pero es indispensable.

    Qué leemos en Éxodo 6:9?

    Moshe acaba de lanzar un discurso lleno de esperanza, pero cuál es la reacción de su pueblo?

    9 De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés, debido al desaliento que los embargaba a causa de la dura servidumbre.

    Estaban tan agobiados por la dura vida que llevaban, estaban tan desesperanzados que fueron incapaces de escuchar las promesas de Dios.

    Tras cuatrocientos años de esclavitud, los judíos de entonces eran incapaces de entender la Esperanza.

    Tras décadas de hostigamiento por parte del mundo árabe, van a ser incapaces los judíos de hoy de entender la Esperanza?

    Los libros ingenuos que citas, tal vez sea intelectualmente un cero a la izquierda, pero tienen una capacidad de inspirar a Israel que la literatura de Shalez adolece.

    Maimónides, llega incluso a decir que la persona pobre debería vender la pieza de ropa que le cubre si es necesario, con el fin de tener dinero suficiente para comprar el aceite que mantenga las luces de Hannukah encendidas.

    Esta frase es extraña porque el judaismo no suele instar a las personas a que hagan sacrificios para cumplir un mandamiento.

    Por qué la frase del Rambam?

    Porque la Hannukah Menorah representa la Esperanza, la Fe, el optimismo del sobrevivir a circunstancias difíciles.

    Por eso, si eres pobre y miserable tienes mayor necesidad de hacer todo lo posible para mantener tu Menorah encendida.

    Los libritos tontos e ingenuos ayudan a mantener la luz de la Menorah encendida, no te olvides de eso la próxima vez que tomes un libro de Amos Oz entre tus manos.

    :]

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  7. No he dicho que los libros de Oz y Yeoshúa sean tontos, he dicho que su capacidad para influir sobre la realidad del conflicto es mucho menor que la que le atribuyen sus autores.

    Y sí, he perdido la esperanza. No la esperanza de que algún día vivamos en paz con nuestros vecinos, pero sí la esperanza de que ese día esté cercano. No veo en ello ningún triunfo.

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  8. RTB:
    Y sí, he perdido la esperanza

    Pues cambia el chip compañero, no solo porque esa actitud es peligrosamente contagiosa, sino porque eso es darles demasiado poder a quienes quieren borrar tu país del mapa.

    Una cosa es que conquisten un terreno, pero otra muy diferente es que conquisten vuestra Esperanza.

    Ante eso ni un paso atrás...

    :]

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  9. Tranquilo que no la van a tener tan fácil. La paz tomará más tiempo, pero de aquí no nos vuelven a echar.

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  10. "Y sí, he perdido la esperanza. No la esperanza de que algún día vivamos en paz con nuestros vecinos, pero sí la esperanza de que ese día esté cercano. No veo en ello ningún triunfo."

    HaTikvá bat shnot alpaim, o eso dicen ;).

    Si, la paz va a tomar mucho tiempo. Pero nosotros debemos construirla, con todos los medios que tenemos, dentro y fuera de Israel. Si no empezamos nunca, nunca acabaremos.

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  11. Pues sí, completamente de acuerdo. Cualquiera que haya estudiado un poco de historia sabe que los libros, las canciones o las películas jamás consiguieron cambiar la realidad. En el mejor de los casos podrán hacerte pensar, dar tema de conversación, maquillar momentáneamente la perspectiva que uno tiene sobre un tema... Pero como bien decís en el post "Una ola de atentados suicidas o una lluvia de cohetes son más persuasivas que cualquier compasiva descripción sobre la mujer de la ventana". O dicho de otra forma, la realidad siempre se impone sobre la ficción.

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  12. No estoy tan seguro. Las ideas han cambiado el mundo. Es sin embargo una discusión absurda, sin final. A veces las ideas, otras veces las acciones.

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  13. Fabian: no digo que las ideas no cambien el mundo. De acuerdo, es el huevo y la gallina.

    Pero aquí me refiero a algo mucho más específico, Amos Oz vincula la lectura de un género literario concreto (novela realista, con énfasis en lo local) con una influencia concreta: lograr la mutua comprensión de dos pueblos en guerra, y a partir de allí la paz. Dudo que haya correlación entre esas dos variables, y menos aún un vínculo de causalidad.

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  14. Ah, seguro. Simplemente por la cantidad de gente que lee novelas en comparación, digamos, con las que ven películas.

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  15. Supongo que podrían producir películas que intenten hacernos comprender al otro, tampoco creo que tuviera gran resultado.
    Ahí entra el otro punto que recalco, las obras de ficción (las realmente buenas por lo menos), como medio de transmisión de ideas son siempre ambiguas, polifónicas. Y el lector o el espectador las interpreta según sus ideas y concepciones previas. Aún si hay influencia, es en el mejor de los casos filtrada e indirecta.

    Por otro lado, está muy de moda creer que los medios masivos tienen una influencia inmensa sobre las opiniones y actitudes de las personas, pero tampoco es taaan así. Hay cantidad de investigaciones que señalan las limitaciones de dicha influencia, que también está condicionada por un montón de otros factores, edad, género, nivel educativo, país de origen, posición política previa, etc, etc.

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