sábado, 6 de febrero de 2010

Abu Silla


Mahmud Abbas con George W. Bush y Ariel Sharon

Mahmud Abbas con George W. Bush y Ehud Ólmert


Se pueden decir muchas cosas malas sobre Netanyahu, varias de ellas son ciertas. Pero una cosa hay que reconocerle, desde que asumió el cargo de Primer Ministro por segunda vez hace ya casi un año, ha flexibilizado su postura frente a los palestinos tanto de palabra como sobre el terreno. De palabra ha sido el primer Primer Ministro israelí en aceptar explícitamente un Estado Palestino. Sobre el terreno ha retirado decenas de puestos de control que dificultaban la libertad de movimiento entre las distintas ciudades cisjordanas, ha congelado por diez meses la construcción en los asentamientos. Se puede decir que nada de eso es suficiente, para la creación de un estado palestino ha puesto condiciones que los palestinos no pueden aceptar, aún hay restricciones al movimiento en los territorios, el congelamiento de la construcción no es completo y en Jerusalén Este se sigue construyendo sin trabas. Cabe destacar que en lo que respecta al freno de la construcción, Netanyahu y su coalición de derechas han ido más lejos que todos sus predecesores, Rabin y Peres incluidos. Ya que no es suficiente, los palestinos deberían plantear sus demás exigencias en la mesa de negociaciones, negociaciones a las que Netanyahu no se aburre de llamar sin precondiciones y que Abu Mazen rechaza una y otra vez.

Mientras que Netanyahu se flexibiliza, Abu Mazen (Mahmud Abbas) se vuelve más intransigente y se niega siquiera a reunirse con el Primer Ministro israelí. ¿Qué tiene Netanyahu que lo hace peor que Ólmert, con quien Abu Mazen no tenía inconveniente en negociar? ¿Qué lo hace peor que el mismísimo Ariel Sharon, el lider israelí más demonizado de todos los tiempos? La clave no es Netanyahu sino la otra constante de las dos fotos, el asunto no es el cambio de gobernantes en Israel sino en EEUU. En un año de oficio, el flamante Premio Nobel de la paz, no ha conseguido ni siquiera la acción más básica que hasta el vaquero texano lograba sin tanto estorbo, sentar a palestinos e israelíes en la misma mesa. Con la asunción de Obama, creyendo tener a los norteamericanos de su parte, o esperando de ellos al menos una postura "más balanceada" que su tradicional posición pro-israelí, Abu Mazen adoptó la táctica de la silla.

Ahora su política consiste en quedarse sentado en Ramala esperando a que Obama haga su trabajo por él, en lo que se refiere a conseguir renuncias israelíes en favor de los reclamos palestinos. Y le ha dado resultado, pero sólo hasta cierto punto, menos de lo que pretendía. Cuando llegó al máximo y entendió que así no obtendría más, amagó con abandonar su silla, su puesto de Presidente de la Autoridad Palestina. Es decir, anunció que no se presentaría a las próximas elecciones, pero luego canceló las elecciones quedando de todos modos en el mismo puesto a pesar de su anunciado retiro. La amenaza que formulaba era clara, si abandona la silla probablemente pase a ocuparla otro peor, quizás algún miembro del Hamás. De esta manera, Abu Mazen puso a prueba todo el peso de su principal capital político: ser reconocido en Israel, EEUU y Europa como el menos peor de los posibles ocupantes de la silla. Así todos consentimos que se quede allí sentado sin hacer nada, con tal de que sea él y no otro. Y yo me pregunto ¿tan terrible sería si cumpliera sus amenazas y se fuera? ¿No hay ningún posible sustituto realmente comprometido a lograr la paz y sacar a su pueblo de la miseria? ¿Es eso lo más que se puede esperar de los palestinos, un líder cuya única cualidad es ser "menos peor" que otros?

Los gobiernos en Israel van cambiando incluso con demasiada frecuencia, cambian también en EEUU, cambian en Europa, en Rusia. Pero en más de 60 años hay un elemento del conflicto que no ha cambiado, la negativa palestina a toda propuesta (también cambiantes) de un estado propio que viva en paz con el estado judío, lo rechazaron en el '47, lo rechazó Arafat en el 2000 y lo rechazó Abu "el menos peor" Mazen en el 2008.

3 comentarios:

  1. He dicho en este post cosas horribles e inaceptables, que Netanyahu no es tan malo, que Abu Mazen es un inutil y que los palestinos son responsables del actual estancamiento, lo cual casi equivale a decir que serán los responsables del próximo estallido de violencia.

    Nadie protesta ante semejantes aberraciones, me debo estar quedando sin lectores.

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  2. Vamos a animar un poco el blog.

    “De palabra ha sido el primer Primer Ministro israelí en aceptar explícitamente un Estado Palestino.”

    ¿Seguro? Creo que Barak, Sharon al final y Olmert también lo aceptaron.

    Sobre Abbas y su postura creo que fue un error de Obama, de hecho el mismo se ha dado cuenta después, centrarse en el tema de los asentamientos, ya que los palestinos han dicho, “si Obama se pone así nosotros más”.

    Ahora Obama ha cambiado y ha visto que el asunto es mucho más complejo y que es más importante negociar las fronteras definitivas que andar preocupados por unos cuantos colonos más o menos. De hecho una vez fijadas las fronteras el tema de los colonos ya quedaría claro. El problema es que Abbas no se baja de la burra.

    “¿No hay ningún posible sustituto realmente comprometido a lograr la paz y sacar a su pueblo de la miseria?“

    Creo que Fayyad es un hombre pragmático y que esta más interesado en crear un estado palestino desde un perspectiva realista y dejarse de reivindicaciones imposibles. El propio Peres ha dicho que es el primer Ben Gurion palestino de la historia.

    La cuestión ¿Qué apoyo tiene Fayyad en la calle palestina? En las elecciones de 2006 poco, ahora habría que ver. Otra cosa ¿Qué le pasaría a un político palestino que renunciara al derecho de retorno?

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  3. Yo creo es necesaria una refundación del nacionalismo palestino para que realmente pueda firmarse un acuerdo de paz con Israel. En mi opinión, el nacionalismo palestino nace sólo por su confrontación con el sionismo, con el nacionalismo judío, ya que los palestinos por lengua, cultura y tradición son árabes al igual que los jordanos o los Sirios. Por tanto, como el nacionalismo palestino nace de su confrontación con el Sionismo para que una paz real y duradera sea posible, con un estado palestino soberano, viable, democrático, y viviendo en paz al lado de su vecino, creo que es necesaria una refundación del nacionalismo palestino. Aunque creo que Abu Mazen y sus ministros son incapaces de realizar tal tarea. Esta idea, mucho más desarrollada la he expresado en el siguiente texto:

    http://jaume-al-sud.blogspot.com/2010/02/por-que-ha-sido-imposible-la-paz-en.html

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