miércoles, 18 de junio de 2008

Crónica de una violación al cese del fuego anunciada

Israel y Hamás llegaron a un acuerdo de cese del fuego que entrará en vigencia mañana a la mañana. ¿Cuánto va a durar esta vez? Hagan sus apuestas.

Este alto al fuego, al igual que los anteriores, es sumamente frágil, un vaso de cristal apoyado al borde de la mesa en una región de frecuentes terremotos. Alcanza con que cualquiera de los dos bandos dispare el primer tiro para que las represalias y contra-represalias vayan escalando hasta devolvernos al mismo punto de partida. En realidad al mismo punto no, cuando se reanude el fuego, los enfrentamientos van a ser mucho más cruentos, ya que Hamás habrá aprovechado el lapso para acumular más y mejor armamento y para entrenar tropas en Irán.

Basta con que una alguna célula del Hamás decida desentenderse de las instrucciones que le llegan de arriba y decida lanzar nuevos ataques por iniciativa propia. O que alguno de los otros grupos aún más extremistas que Hamás, como la Jihad Islámica, decidan demostrar que Hamás no tiene autoridad sobre ellos y opten por sabotear el cese del fuego con nuevos ataques, el mismo método que Hamás utilizaba para saboteaar las negociaciones de paz entre Israel y la Autoridad Palestina en los años noventa.

La otra posibilidad es que el alto al fuego se quiebre como consecuencia de acciones israelíes. El acuerdo de alto al fuego sólo detiene los ataques desde y hacia a la Franja de Gaza, pero no incluye a Cisjordania. Dentro de Cisjordania, Israel va a continuar copando depósitos de armas y laboratorios de explosivos, va seguir deteniendo a las "bombas de tiempo" (terroristas en camino a llevar a la práctica atentados suicidas). Si alguna de estas acciones resulta en un número elevado de muertos, la respuesta palestina no va a llegar sólo de Cisjordania, sino de Gaza también.


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1 comentario:

  1. Nuestro paisano Marx dijo algo muy brillante, que fue que "lo sólido se desvanece en el aire", pero, a pesar de valorar la clarividencia de Marx, el estado de guerra permanente en el conflicto árabe-israelí me parece que tiene la consistencia de una piedra, y por mucho tiempo.

    Con mis treinta y pocos, yo también creo que no veré nunca el arribo de la paz en la región. Saludos.

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