sábado, 10 de octubre de 2009

Semana de Premios Nobel

En Israel empezamos la semana de Premios Nobel el martes con una decepción, Yakir Aharonov de la Universidad de Tel Aviv, el candidato favorito al Nobel de Física por su influencia en el campo de la física cuántica, no ganó. Seguimos el miércoles con una alegre sorpresa, Ada Yonath del Instituto Weizmann, ganó inesperadamente el Nobel de Química, junto a un colega británico y un colega estadounidense, por sus estudios del ribosoma. Yonath se convirtió en la primer mujer israelí en ganar un Premio Nobel (hombres ya van ocho), y la primer mujer en ganar un Nóbel de Química en los últimos 45 años. Finalizamos el jueves con Amos Oz, candidato al Premio Nobel por tercer año consecutivo¹, quien según agencias de apuestas de Londres tenía chances de 4 a 1 de ganar el Nobel de Literatura. Ya decía yo, mejor me limito a apostar en las carreras de caballos. En conjunto no está nada mal, en un mismo año tres candidatos y un ganador, de éste pequeño país con sólo siete millones y medio de habitantes.

Personalmente, si bien me siento orgulloso por el galardón de Yonath y también por la candidatura de Aharonov, no puedo evitar sentirme algo desilusionado por Amos Oz. No tengo idea qué es la física cuántica (¿no es una rama de la ciencia ficción?) y que me parta un rayo si sé qué demonios es un ribosoma, prefiero mantenerme en mi feliz ignorancia. Quizás las investigaciones en "bio-cristalografía" de la Doctora Yonath le salven la vida a mis tataranietos, pero a mí lo que me interesa es la literatura. De la misma manera que el Nobel de Química no nos consuela a los israelíes de no poder clasificar al mundial de fútbol, a mi no me consuela de que uno de los nuestros se haya quedado sin el Nobel de Literatura.

De Amos Oz hasta ahora sólo he leído unos pocos artículos de opinión y ninguna de sus obras literarias. Tengo a mano la edición en inglés de su "magnus opus", "A tale of love and darkness" (un cuento de amor y oscuridad), que le regalé a mi padre para su cumpleaños, pero la idea de leerme ese medio millar de páginas en inglés no me seduce. Así es que no puedo opinar sobre su mérito literario, si realmente es merecedor de un Premio Nobel, sentarse en el mismo podio que Faulkner, Hemingway, García Marquez, etc. Según varios comentaristas locales Oz sí sería un justo acreedor del galardón por su talento artístico, pero sus posibilidades de ganarlo se nutren también de sus posturas políticas, de sus críticas a los gobiernos de Israel y su apoyo al Proceso de Paz. La entrega del Nobel de Literatura según simpatías políticas no es una novedad, Jean-Paul Sartre rechazó el premio en 1964 porque estimó que "hace tiempo que tiene un color político". Winston Churchill, en cambio, no tuvo problema en aceptarlo en 1953, aunque era obvio que se lo otorgaban por sus pasadas acciones como estadista más que por sus escritos.

El caso del Premio Nobel de la Paz es diferente, se trata de un premio abiertamente político. Firmar un acuerdo de paz o mediar en un conflicto bélico son acciones políticas, no son logros científicos o artísticos los que se juzgan a la hora de elegir el receptor del premio, sino logros políticos. Y aún así, la decisión de entregar el premio a Barack Obama anunciada ayer viernes, no deja de ser una sorpresa. Que yo sepa hasta ahora el premio había sido entregado por logros concretos, y no sólo por esfuerzos que hasta al momento de anunciar el premio no hayan arrojado resultados. Me parece que Obama sí ha tenido un logro en el corto período desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, la disminución de las tensiones entre su país y Rusia, que no es poca cosa. Pero está claro que no es por sus logros políticos que recibe el premio sino por la simpatía política que ha generado. Espero que Barack Obama, ganador del Premio Nobel de la Simpatía, evite la proliferación de armamento nuclear en Medio Oriente, incluso si tiene que tomar algunas acciones no tan simpáticas para lograrlo. Espero también que tenga éxito mediando entre israelíes y palestinos y nos ayude a poner fin al conflicto, no estoy convencido de que Mr. Simpatía pueda conseguirlo, pero la esperanza es lo último que se pierde.


¹ Según las especulaciones, la lista de candidatos no es pública.

2 comentarios:

  1. Y mientras tanto en España se pretende recortar los gastos en I+D...

    ResponderEliminar
  2. ¿Has oído las declaraciones de la premio Nobel sobre los prisioneros palestinos?

    No me cabe duda que ciertos intelectuales e investigadores están muy bien donde están, en los laboratorios

    ResponderEliminar