lunes, 10 de mayo de 2010

De poco un todo 2

Súbditos sí, sionistas no.
Hace una semana una delegación de diputados árabes-israelíes viajó a Libia a encontrarse con Muammar Kadafi. Sí, el mismo Kadafi que en 1993, como protesta contra la firma de los Acuerdos de Oslo, amenazó con expulsar a los 30.000 palestinos que residían en su país. ¿A qué fueron? A promover la paz y la coexistencia entre árabes y judíos supongo que no. Kadafi declaró que él no tiene nada contra los judíos, sólo contra los sionistas. Es verdad, en eso le creo. Este partidario del panarabismo no tiene problema con los judíos que acepten someterse como dhimmi en regímenes árabes, y queden a merced de la buena voluntad del tirano de turno. Su problema es con los judíos que preferimos ser "un pueblo libre en nuestra tierra" como reza nuestro himno nacional, o en tierras robadas maliciosamente a los árabes si el lector lo prefiere. Y claro, desde que el Califa Omar la conquistó hace 1.200 años, las masacres y expulsiones de judíos en la zona fueron mucho menos frecuentes que en Europa, deberíamos estar agradecidos y rogar que nos acepten como súbditos en Libia, Marruecos, Egipto, Siria, Iraq o Yemen.

¿Acercamiento?
Ayer comenzaron las "conversaciones de acercamiento" entre Israel y la Autoridad Palestina. "Acercamiento" quiere decir que Netanyahu y Abu Mazen siguen sin mirarse ni de lejos, cada uno habla con George Mitchell, enviado de Obama a la región, y éste transmite a cada parte lo que dice la otra. Para celebrar el acontecimiento, desde Gaza renuevan el lanzamiento de misiles Grad a la zona de Ashkelón. Más tarde el gobierno de Obama anuncia que el "acercamiento" se logró luego de que Israel aceptara congelar la construcción en Jerusalén, acto seguido el gobierno de Netanyahu niega que haya accedido a dicha exigencia. Y yo me pregunto: ¿a qué nos acerca semejante acercamiento? ¿a la cantante calva? Me recuerda al chiste del político que para anunciar los grandes avances de su gestión anuncia lleno de orgullo: "hemos dado un giro de 360 grados".

Partida simultánea
Gari Kasparov, el ex-campeón mundial de ajedrez considerado el mejor jugador de todos los tiempos, llega a Israel y jugará hoy una partida simultánea contra treinta israelíes: políticos, empresarios y estudiantes. Un ajedrecista de ese calibre, aunque esté retirado hace cinco años, ponerlo a jugar con esos aficionados, qué desperdicio. Pero tendrá al menos una contrincante capaz de presentarle un buen desafío: Marsel Efroimski, campeona mundial de ajedrez femenino hasta 14 años. Y también a Natan Sharansky, presidente de la Agencia Judía, que una vez le ganó a Kasparov en una simultánea, toda una hazaña. Si de los 30 por lo menos uno le empata, ya es un logro, hagan sus apuestas. No sé qué es más probable: que le ganen los treinta o que prospere el "acercamiento" entre Netanyahu y Abu Mazen.

jueves, 6 de mayo de 2010

De poco un todo

La burca de Marina
La semana pasada Marina Solodokin, diputada del partido Kadima, tras volver de un viaje al sur de Francia y escandalizarse por la cantidad de mujeres que allí usan la burca, anunció que presentará un proyecto de ley que prohíba las burcas en Israel. En nombre de los derechos de la mujer, claro está. Qué raro, he visto por aquí mujeres árabes con todo tipo de pañuelos que cubren la cabeza, algunos cubren las orejas y el cuello, pero ni una sola de esas burcas que cubren la cara y apenas dejan lugar para la visión. Supongo que alguna habrá, pero deben ser bien pocas si para escandalizarse por ellas en Israel, primero hay que viajar a Francia. ¿Para qué prohibir una prenda de vestir donde no se usa? ¿Qué hay de las judías ultra-ortodoxas que después de casadas se rapan el pelo y se ponen peluca, eso sí se seguirá permitiendo? ¿Hacen falta justo en Israel aún más puntos de tensión entre judíos y árabes, como el que ya suscita dicha propuesta?

El pueblo del libro y de los teléfonos celulares
Hace unos días publicaron los resultados del censo realizado por el Ministerio del Interior en el 2008. Dos datos que me llamaron la atención. 1. Poco más de un 25% de los israelíes poseen al menos un título académico. Sumando ese dato a que Israel es el país con mayor cantidad de publicaciones científicas per capita y uno de los mayores registradores de patentes, parece ser que a pesar de los recortes presupuestarios en educación, todavía seguimos haciéndole honor al apodo "Pueblo del Libro". 2. Hay por familia un promedio de 2,1 teléfonos celulares. ¿Nada más? Pensé que estábamos más cercanos a 2,1 por persona.

Goldstone criminal
Ayer Yedihot Ahoronot publicó una nota sobre el pasado de Goldstone como juez durante el régimen de Aparheit en Sudáfrica. Resulta que este señor que viaja por el mundo dando lecciones de derechos humanos, cunado oficiaba de juez envió a la horca por lo menos a 28 personas de piel negra, condenó a otros cuatro a ser golpeados, y absolvió a cuatro policías blancos por irrumpir en la casa de una mujer blanca sospechosa de mantener relaciones con un hombre negro. Su disculpa: "esas eran las leyes y estaba obligado a respetarlas". Me gustaría verlo intentar esa defensa ante un tribunal. Pero como están las cosas en los organismos internacionales, el banquillo de los acusados está reservado para otro, él sigue siendo el juez.

sábado, 1 de mayo de 2010

Shakespeare, Chejov y Enric González

Fronteras Movedizas es un nuevo blog del periodista español Enric González publicado por Elpais.com que trata sobre el conflicto palestino-israelí. Por ahora es el único blog en español que conozco dedicado a ese tema tan acalorado, que no toma un partido claro por uno de los bandos. Algunas de sus críticas a Israel las hallo injustas y prejuiciosas, pero echando un rapido vistazo a los comentarios que le dejan los lectores, se nota que en ocaciones (menos frecuentes) también ofende y enoja a los pro-palestinos. Parece que produce el efecto del medio hostil, señal de que el blog es relativamente imparcial. Lo cual no quita que Enric González tenga su postura acerca de cómo debe resolverse el conflicto, tal como la explica en su primer post:


El escritor israelí Amos Oz dijo que existían dos tipos de solución para el conflicto: la shakespeariana y la chejoviana. En las obras de Shakespeare acaba triunfando la justicia y resplandeciendo la verdad, pero no queda vivo nadie. En las obras de Chejov los protagonistas sobreviven, condenados a lamentar sus errores y a añorar lo perdido.


La “opción Shakespeare” cuenta con muchos partidarios, especialmente entre el público. Si hubiera que preguntar confidencialmente a los actores, es decir, a los israelíes y a los palestinos, uno sospecha que se impondría la “opción Chejov”: morirse es mucho menos divertido que ejercer de palmero de la muerte.


Gozález cita en otro post al filósofo israelí Avishai Margalit que dice lo mismo con otras palabras: prefiere "just a peace over a just peace". En pensandoisrael también había expuesto la misma idea, citando a David Grossman:

"...la persona que busca justicia infinita está evadiendo las decisiones prácticas, yo no busco justicia pura, ni tampoco saldar cuentas históricas, sino más bien una vida factible, no más que imperfecta y tolerable, causando cuanto menos injusticia sea posible."

Lo triste, lo que Enric González no se atreve a admitir (Amos Oz tampoco) es que esa postura la puedes encontrar reflejada en las palabras de pensadores israelíes como David Grossman, Avishai Margalit o Amos Oz, pero no tiene ninguna resonancia entre los palestinos. González prefiere sospechar las respuestas de los actores, en lugar de escucharlas y corroborar cuán erradas están sus sospechas.

En Israel la solución shakespereana expresada en frases como "Jerusalén única, eterna e indivisible", sigue siendo la respuesta mayoritaria. Pero al menos siempre ha existido una minoría constante e influyente que no ha dejado de abogar por la solución chejoviana, minoría que con el correr de los años ha logrado que la mayoría shakespereana al menos admita la necesidad chejoviana de las "concenciones dolorosas". Ojalá que esté equivocado, ojalá Eric Gozález me demuestre lo contrario con ejemplos de intelectuales y activistas palestinos a favor de una solución chejoviana, con ejemplos de organizaciones palestinas que hagan un trabajo paralelo al de Rompiendo el Silencio que tanto admira, de Paz Ahora o de Betselem. Sencillamente no hay. Los palestinos siguen en la misma, más que buscar la paz buscan ajustar cuentas, ninguno se cuestiona el precio moral de sus propias acciones, frente al sufrimiento del enemigo sólo hay lugar para el mayor de los desprecios.


Agradecimiento: me enteré de la apertura de Fronteras Movedizas siguiendo a israeltodos en twitter.
Post relacionado: En los zapatos del otro.

miércoles, 28 de abril de 2010

El Manifiesto de la Izquierda Nacional

A finales del 2009 el abogado Eldad Yaniv y el dramaturgo Shmuel Hasfari publicaron su "Manifiesto de la Izquierda Nacional. Primer borrador." No hubiera llegado a leerlo si no fuera por la controversia de hace un par de semanas, cuando bajo presión de grupos de colonos el "librillo azul" fue retirado de Tzomet Sfarim, una de las dos cadenas de librerías más grandes del país. Allí "vendían" el libro junto con una bandera de Israel a la módica suma de un shekel (20 centavos de euro). Pongo vendían entre comillas, porque a ese precio simbólico, más que venderlo lo repartían gratis. Como era de esperar, varios grupos de izquierda protestaron ante lo que consideraron un ataque a la democracia, que un grupo de presión política impida la "venta" de libros de otra corriente.

Todo lo contrario. En Israel existen leyes que impiden a candidatos políticos tanto nacionales como municipales, adquirir periódicos o estaciones de radio. Así los medios de comunicación mantienen cierta independencia, necesaria para que ejercer su rol como "perro guardián" de la democracia. En Israel no es posible un Silvio Berlusconi, que se abra paso al poder comprando medios de comunicación gracias al peso de su dinero. Esto no quiere decir que cada medio no tenga su clara postura ideológica, con sus evidentes preferencias políticas y partidarias. Pero no se da el caso que se pongan lisa y llanamente al servicio directo de tal o cual movimiento político, no veo por qué deba ser distinto para las cadenas de librerías. No me cabe duda de que si en lugar de distribuir propaganda de la "Izquierda Nacional", Tzomet Sfarim dedicara su basta red comercial a repartr panfletos propagandísticos de la derecha nacionalista, los de izquierda pondríamos el grito en el cielo. Juguemos todos bajo las mismas reglas.

De todos modos, la "censura" jugó a favor del dichoso manifiesto. No debo ser el único que pensó: si causa tanto revuelo, si tanto enfurece a los colonos, puede que valga la pena echarle un vistazo. Por esta vez les doy la razón, su enojo está más que justificado. Me gusta la yuxtaposición de esas dos palabras, izquierda y nacional, por ese lado me siento identificado. Más que con el manifiesto en sí, concuerdo con el artículo de Gadi Taub adjunto al final: la izquierda israelí ha dejado de lado la bandera de Israel, se la ha cedido a la derecha, bienvenidos sean quienes se disponen a recuperarla. Pero las ideas de Taub sobre el patriotismo - entendido como el compromiso solidario con el bienestar de tus compatriotas, compromiso necesario para la supervivencia de la democracia - son tema para otro post. El problema con el manifiesto es que cae en un lenguaje plagado de odio (bastante soez además, aunque eso es lo de menos), no apunta a la solidaridad, sino a los sentimientos de frustación y venganza. Esa agresividad me recuerda a Avigdor Lieberman, sólo que en lugar de tomárselas con los árabes-israelíes, Eldad y Hasfari dirigen su furia hacia los evasores del servicio militar y a los colonos. Un método efectivo, pero cuestionable.

El texto abarca en poco espacio una gran variedad de temas, ofrece una postura compleja e interesante sobre la sociedad israelí y el conflicto con los palestinos. Sumado a ello, el estilo con el que va saltando de tema en tema como por asociación libre de ideas, y al mismo tiempo siguiendo una clara y progresiva argumentación, lo hace muy difícil de resumir (me proponía hacerlo, por ahora desistí). Pero por los mismos motivos su lectura se hace bastante llevadera, se puede leer completo en hebreo o en inglés.


Relacionado: Una nueva izquierda sionista.

lunes, 19 de abril de 2010

Qué significa para ti el pueblo judío

Viernes a la tarde, cena de shabat en Jerusalén. Unos veinte o treinta estudiantes judíos sentados a la mesa, algunos nacidos en Israel, otros inmigrantes llegados hace más o menos años, turistas que se encuentran de paso y un rabino de Estados Unidos, sheliaj (enviado) de Jabad Lubavitch. En las pausas entre la comida, las canciones de shabat y las bendiciones, suenan en simultáneo conversaciones en hebreo, inglés, ruso, francés y español. El rabino pide la palabra y comienza su "dvar torá" (como un sermón, pero más corto e informal), nos habla de qué es el pueblo judío. No le presto mucha atención, probablemente algún cuento con moraleja como de costumbre, quizás sobre el Rebe. Su hebreo balbuceante se me hace difícil de seguir, las francesas sentadas frente a mí son más llamativas. Para concluir el jabadnik pide a los presentes que expresen qué significa para cada uno el pueblo judío. Un israelí cuenta acerca de un encuentro fortuito e inesperado que tuvo con otros judíos en un paraje aislado de la India, ese sentimiento fraternal que te invade cuando te encuentras con uno de los tuyos allí dónde menos lo esperas. Mientras los demás comensales cuentan en ronda historias similares, mi turno se va acercando y yo revuelvo mi cabeza en busca de una respuesta adecuada. Llegado el momento enuncio el siguiente relato:

Érase una pequeña ciudad de unos veinte mil habitantes en el interior de un país sudamericano. En el centro de la ciudad la plaza, alrededor de la plaza el banco, la comisaría, la municipalidad y la iglesia, al igual que en otros incontables pueblos esparcidos a lo largo y ancho de aquel país. Pero a las afueras de esa población había algo que no se encuentra en las demás, un frigorífico industrial dedicado a la exportación de carne a todas partes del mundo. Desde hacía poco el frigorífico exportaba carne también a Israel. Para ello se habían establecido en la ciudad con o sin sus familias al menos diez shojtim, (matarifes encargados de matar al animal según la práctica judía para que la carne sea kasher), venidos en su mayoría de Israel, algunos de Estados Unidos y uno de Argentina. Los habitantes de la ciudad miraban con curiosidad a esos recién llegados, que sobresalían entre la multitud por sus vestimentas negras no muy a tono con el clima veraniego. Uno de ellos, joven y soltero, dejó embarazada a una trabajadora local del frigorífico y se escapó de vuelta a Israel, pero esa es otra historia.

Los viernes antes de shabat, algunos shojtim acostumbraban salir a caminar por el pueblo. En una ocasión a uno casi lo atropella un auto, estaba llegando a la plaza y cruzó la calle sin notar que el semáforo estaba en rojo. El auto frenó justo a tiempo, apenas a unos escasos centímetros del judío. Antes que éste alcanzara a reaccionar y dar gracias a Dios por haberse salvado, el conductor se bajó del auto, y visiblemente furioso por la imprudencia del peatón: comenzó a insultarlo en idish. Luego de descargarle toda la cuantiosa y colorida variedad de injurias que el idioma idish tiene para ofrecer, el desconocido volvió al auto y siguió su camino.

Eso es el pueblo judío, le digo al rabino, ese sentimiento de sorpresa que te invade cuando te encuentras con otro judío que te insulta en idish allí donde menos te lo esperas. Antes de que llegaran los shojtim – explico – ya había en el pueblo dos familias judías no religiosas, el conductor desconocido no era otro que mi querido padre.

Años más tarde le cuento ese mismo relato a un amigo que conocí en el ejército y me entero que es hijo del shojet argentino de la ciudad de mi padre, pero esa es otra historia.


Iom Hatzmaut Sameaj. Feliz Día de la Independencia. Si van a celebrarlo con el tradicional "al haesh" (asado), compren carne importada de Uruguay.

viernes, 9 de abril de 2010

Harry Potter sepultado en Israel

Para quienes no nos creyeron cuando en pensandoisrael informamos que Harry Potter es parte de una conspiración sionista, aquí les dejo la evidencia. Las siguientes fotografías fueron tomadas en el cementerio militar británico en la ciudad de Ramle, Israel:



Otra curiosidad, me llegó el rumor de que en el cementerio militar británico de Jerusalén descansan los restos del soldado William Shakespeare. Me fui a dar una vuelta por allí y no lo encontré, pero admito que no tuve la paciencia de buscar una por una entre las 2539 tumbas de soldados de la Commonwealth, caídos en los alrededores de Jerusalén luchando contra el ejército turco en la Primera Guerra Mundial. Aunque sí encontré algunas otras celebridades como Private Ryan, J. Bond y Anónimo.


Agradecimiento: a Lady Di, por tomar las fotos y autorizarme a publicarlas.

jueves, 25 de marzo de 2010

El sub-ministro insalubre

Iahadut HaTorá es un partido político ultra-ortodoxo ashkenazí no sionista. Se oponen a un Estado Judío que no se rige rigurosamente según la halajá (ley religiosa judía). Se diferencian de otros sectores de la ultra-ortodoxia a quienes esa misma oposición los lleva a evitar toda participación política en ese estado que consideran ilegítimo, sectores abiertamente anti-sionistas que no votan ni postulan candidatos a la Knesset. Los miembros de Iahadut HaTorá son quizás muy rigurosos, pero no son tontos, aprovechan su participación en la Knesset y el gabinete para defender sus intereses: obtener presupuestos multi-millonarios para sus casas de estudio (yeshivot) e imponer leyes religiosas al resto de la población. Son un partido pequeño (cinco escaños), pero el sistema parlamentario israelí los favorece, para obtener la mayoría parlamentaria y formar coalición de gobierno, el partido que gana las elecciones debe recurrir a otros partidos más pequeños, es muy difícil formar gobierno y mantenerse en él sin el apoyo de esos "partidos visagra". Así es que los ultra-ortodoxos muchas veces se salen con la suya, incluso con demandas de lo más inverosímiles como la que trato a continuación.

La actitud dual de Iahadut Hatorá hacia el Estado de Israel genera un fenómeno que visto desde afuera resulta absurdo y ridículo. Para no ser partícipes del gobierno laico no aceptan cargos de ministro, pero sí aceptan cargos de sub-ministro (סגן שר) con todas las mismas funciones y potestades que las de un ministro. Cuando se lo proponen, son muy creativos inventando subterfugios que les permiten saltearse las limitaciones que se han impuesto a sí mismos, así pueden ser miembros del gobierno en la práctica sin se serlo en la teoría. Tal es el caso de Yaakov Litzman, sub-Ministro de Salud. Poco importa que se haga llamar Ministro, sub-Ministro, Reina de Inglaterra o Asistente de Lavaplatos Suplente, mientras que haga su trabajo y se dedique a mejorar el sistema de salud pública israelí. Pero no lo hace, a este señor más que la salud de los israelíes que vivimos hoy en día, le preocupa el respeto a unas tumbas centenarias. Llegados al asunto de las tumbas, la creatividad y el pragmatismo fallecen, para proteger tumbas vale desviar carreteras y mover hospitales.

Ya en el 2007 el gobierno de Ehud Ólmert había aprobado el plan para la construcción de salas de emergencias a prueba de cohetes en el sur, pero las obras en Ashkelón no comenzaron debido que en el terreno destinado para dicho fin se encontraron tumbas antiguas, probablemente tumbas paganas del período bizantino. Durante la Operación Plomo Fundido la necesidad de dicha sala se hizo más patente, cuando los cohetes alcanzaron el perímetro del hospital (recuerdo uno que impactó en el estacionamiento, no hubo heridos). Si existiera la seguridad de que no eran tumbas de judíos, se acababa el problema, movían los huesos a otra parte donde no molestaran a los vivos y asunto arreglado, pero ante la duda algunos rabinos importantes insistieron en que las tumbas no se tocan, son los pacientes vivos quienes deben moverse a donde no molesten a los huesos. Otros, como El Gran Rabino de Israel Iona Metzguer, son de la opinión que para salvar vidas se justifica mover las tumbas, argumento que no convence al señor sub-Ministro.

Esta semana, con el apoyo de Netanyahu, el sub-Ministro necrófilo consiguió que el gobierno aprobara mudar la sala a otra localización más lejos del hospital, con el costo adicional de 90 millones de shekels (como si al Ministerio de Salud le sobraran, como si no hubieran israelíes que no pueden costearse sus medicinas) y una demora adicional de meses o años en la construcción. El Director Genereal del ministerio renunció a modo de queja, el gremio de médicos se prepara para protestar. Mientras tanto, desde Gaza retoman el lanzamiento de kassams (un muerto la semana pasada) y los habitantes de Ashkelón siguen siendo escudos humanos para la defensa de las tumbas.


P.D: El lunes que viene empieza la pésaj (pascua judía). Jag sameaj, feliz fiesta.
Véase también: Propuestas para nuevos ministerios.