En el calendario hebreo los días no se cuentan de cero a veinticuatro horas, el día comienza cuando se pone el sol y culmina al atardecer siguiente. Por eso los días feriados se conmemoran de tarde a tarde, como fue el caso del pasado aniversario de la creación de Israel, el Día de la Independencia número 60, que se comenzó a celebrar el miércoles a la tarde y culminó con la puesta del sol de ayer jueves. El día anterior, de la tarde del martes a la puesta del miércoles, se conmemoró el "Día del Recuerdo", día de luto en que se honra la memoria de los civiles y soldados caídos en la lucha por la independencia del estado, los que murieron en la posterior lucha por su subsistencia y las víctimas de los actos de terror, un total de cerca de 25.000 personas.
Todos los años se conmemoran estas dos fechas tan dispares, la de duelo y la de alegría, una enseguida de la otra. El simbolismo es claro, si no fuera por quienes arriesgaron sus vidas por protegernos, no tendríamos un estado libre e independiente por el cual celebrar. Primero se presenta nuestro respeto a quienes pagaron ese precio tan espantosamente alto y sólo después se llevan a cabo los festejos. Como tantas otras veces en la historia del pueblo judío, las desgracias y los éxitos, el llanto y la risa, el tiempo de celebración y el tiempo de luto, se superponen.
Muy bonito el simbolismo, no hay duda. Sin embargo, la decisión tomada por la Kneset en 1963 de fijar oficialmente el Día del Recuerdo justo antes del Día de la Independencia, quizás no haya sido la más acertada. Me pregunto si quien estuvo de luto el miércoles al mediodía - no de luto nacional, sino de luto personal por un amigo o familiar cercano fallecido - realmente puede sumarse a las celebraciones del miércoles a la noche.
Este año además de los dolientes, quedaron excluidos de los festejos también los pobres. No creo que el disparatado gasto estatal de miles de millones de shekels en las celebraciones del Día de la Independencia, pueda dibujarle una sonrisa a quienes sufren de una situación socio-económica que los desfavorece cada vez más. El Ministerio de Economía se niega a subir las pensiones a los jubilados, a aumentar la cantidad de remedios que se reparten en forma gratuita a quienes no pueden acceder a ellos, pero no parece poner serias objeciones ante el despilfarro en actuaciones musicales, fuego artificiales, espectáculos con rayos láser, aviones de combate y paracaidistas. O tal vez me equivoque y la antiquísima política del "pan y circo" (o en este caso sólo circo, que el pan también aumentó su precio) sí dé resultado.
Y ya que hablamos de circo, al payaso ese al que elevamos al rango de dueño de circo hace un par de años, Ehud Ólmert (yo lo voté, confieso mi culpa), parece que se le acaba el número. Ayer fue desvelado el motivo de la última investigación policial abierta en su contra: dinero recibido en forma oculta e ilegal durante los años que fue alcalde de Jerusalén, entregado por un donante norteamericano. Según la legislación israelí ese tipo de envíos pueden ser considerados como coima, aún si el político que los recibe no hace un favor específico al donante. Ólmert ya anunció que renunciaría si el Fiscal del Estado decide presentar la carta de acusación. Parece que por fin va a caer quién sobrevivió a las protestas y reclamaciones populares, luego de su desastroso desempeño en la toma de decisiones durante la Guerra del Líbano del 2006.
Imre Goth
Hace 2 años
¿Y entonces, qué vendrá después? ¿Puede volver Barak? Tengo entendido que también está envuelto en algún tema polémico, pero no sé exactamente cómo esá ahora la situación.
ResponderEliminarPor ahora es todo especulaciones. En caso de que efectivamente caiga Olmert hay dos posibles escenarios. Tzipi Livni, la ministra de relaciones exteriores, número dos del partido kadima, vice-primer ministra, pasa a ocupar su puesto y logra mantener en pie la actual coalición de gobierno. La otra es que se vaya a elecciones anticipadas. En ese caso el favorito de las encuestas es Netanyahu, Barak y Livni lo siguen de lejos. Pero aquí las encuestas son peor que el pronóstico del tiempo, nunca se puede saber, mucho menos con tanta anticipación.
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