El pasado martes se anunció en forma simultanea en Damasco, Jerusalén y Áncara que se están llevando a cabo negociaciones indirectas entre Israel y Siria con la intermediación de Turquía.
En Israel la noticia fue recibida con bastante escepticismo. Según la oposición se trata de un truco destinado a desviar la atención pública de la investigación policial contra Ólmert, por las sospecha de que recibió durante años donaciones ilegales de dinero, que podrían ser consideradas como coima. Es evidente que las negociaciones con Siria empezaron mucho antes que la reciente investigación policial. De hecho, negociaciones similares ya habían sido conducidas por tres primeros ministros anteriores, Itzjak Rabin, Ehud Barak (actual ministro de defensa) y Benjamín Netaniahu (actual líder de la oposición). Dudo que el presidente de Siria, Assad, tenga especial interés por la supervivencia política de Ehud Ólmert. Sin embargo, el hecho es que el anuncio sale a la luz justo en la misma semana que la policía requiere a Ólmert para que responda a sus preguntas, mientras que la fiscalía intenta obtener permiso de la corte para tomar declaración por adelantado al testigo principal.
En lo personal, estoy a favor de las negociaciones con Siria, estoy a favor Israel se retire del Golán, territorio conquistado a Siria en la Guerra de los Seis Días en 1967 y que Siria exige le sea devuelto a cambio de la paz. Agradezco a Ólmert éste nuevo paso, pero le pediría que se haga a un lado y deje que sea otro quien complete el proceso. Cuanto antes lo haga mejor. De todos modos, en el más optimistas de los escenarios, no se puede llegar a un acuerdo definitivo antes de mediados del 2009, luego de que el próximo gobierno de Estados Unidos se haya acomodado. Los Sirios exigen que en las etapas avanzadas del proceso, el mediador sea Estados Unidos, así podrá disfrutar beneficios económicos y militares como los que EEUU otorga a Egipto desde que firmó la paz con Israel en 1979. Hay que aprovechar ese tiempo para poner al frente del país a un líder que cuente con el apoyo popular, cuyas acciones no sean juzgadas constantemente bajo la sombra de las investigaciones por corrupción que penden sobre su cabeza.
Algunos dirán que si el que remplaza a Ólmert resulta ser Netaniahu, líder del partido derechista Likud, las posibilidades de llegar a la paz se verán disminuidas. Detesto a Netaniahu por muchos motivos que quizás detalle en otra ocasión, aún así, en estos momentos ni siquiera él me parece peor candidato que Ólmert. Fue líder del likud también Menajem Beguin, quien firmó la paz con Egipto. Fue el "halcón" Ariel Sharón, también desde el Likud (aunque luego se separó y formó Kadima) quien retiró a Israel de la Franja de Gaza. Todos los primeros ministros desde Beguin en adelante se han volcado más hacia la izquierda mientras estuvieron en el cargo, Netniahu incluido. Ahora que está en la oposición puede jugar a hacerse el intransigente, pero llegado el momento de la verdad confío en que bajará a tierra.
En los que me cuesta más confiar es en los Sirios. ¿Están los sirios dispuestos a dar su parte? ¿Dejarán de apoyar a Irán, Hamás y Hezbolá? Por ahora siguen declarando que no lo harán.
Imre Goth
Hace 2 años
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